El molde del MPN tiene cada vez más vigencia en Río Negro

Dentro del afianzamiento de un perfil propio, muy singular de distrito, que construye el oficialismo actual en Río Negro, y que podría acentuarse con Arabela Carreras a partir de diciembre, debe contabilizarse una nueva relación de diálogo, con traducción directa en convenio colectivo de trabajo, con los gremios estatales, y particularmente, ATE.

Alberto Weretilneck firmó el decreto que crea la comisión para redactar ese convenio, este martes. A su lado, un exultante Rodolfo Aguiar, dio testimonio de la muy buena relación que se ha establecido, casi milagrosamente, con el mismo gobierno al que asedió desde la protesta callejera, y por lo que tuvo que enfrentar incluso un juicio penal.

Es un hecho que el molde MPN atravesó, definitivamente, las fronteras neuquinas, y en Río Negro se afianza ese esquema, que construye poder desde las elecciones, pero fundamentalmente cerrando pactos con sectores influyentes en la sociedad. Entre esos sectores es decisivo el sector gremial estatal, que representa miles de familias vinculadas directamente con el Estado.

En Río Negro, esa representación corporativa estuvo asegurada, durante décadas de gobiernos radicales, con el gremio UPCN y Juan Carlos Scalesi. La irrupción de ATE de los últimos años no solo responde a una construcción sindical bien realizada, sino también a los cambios políticos y la progresiva provincialización doctrinaria que se desatado en esta provincia.