Cruzaron el Canal de la Mancha, ahora sueñan con la pileta inclusiva

Tras la gran hazaña de cruzar el canal de la mancha, María Cristina Ganem y Marcelo Nazra, fueron invitados al magazine Qué te puedo contar para revivir lo que fue un épico desafío que mantuvo expectante a cientos de neuquinos. Ambos forman parte del desafío "Nadando por un sueño" con el que buscan conseguir una pileta inclusiva para Neuquén. 

Ganem es arquitecta y se convirtió, el 24 de junio pasado, en la primera neuquina en nadar en aguas abiertas y unir las costas de Inglaterra y Francia. De regreso a Neuquén, la nadadora, contó: "Todavía no caigo que lo terminé. Terminé de nadar, salí a la superficie tratando de no cometer ningún error porque los ingleses son muy estrictos y temía a que me descalificaran".

Tardó 15 horas 25 minutos en recorrer 45 kilómetros bajo condiciones climáticas adversas y recordó: "son 15 horas de revolución mental y espiritual. Como es un trayecto muy largo, empieza a trabajar la parte negativa de la mente". 

Y agregó: "Cada media hora paraba a hidratarme y pensaba en dedicar a alguien o algo cada tramo con el fin de motivarme. Rezaba mucho". 

La temperatura del agua: en Inglaterra 16 grados y sobre Francia es muy fría.

La nadadora que, el 13 de marzo de este año, cruzó a nado las gélidas aguas del estrecho de San Carlos y unió las islas Soledad y Gran Malvina, reconoció sobre su más reciente experiencia en el Canal de la Mancha que es una hazaña imposible de hacer sola y destacó el apoyo "de la familia, de quien está en la canoa en cada entrenamiento, el que te espera con el poncho fuera del agua, el que te ayudaba cuando venías con los dolores- como es el caso del masajista Paolo Parisi- y los amigos".

"Es una revolución mental y espiritual", reconoció Ganem.

Acerca de lo que se vive durante el cruce, Cristina reconoció que el que está en el barco teme por la vida del nadador constantemente. "Mi tripulación se descompuso toda", dijo. 

Ya en piso neuquino, la nadadora tiene pendiente llegar a la Antártida. "Vengo rebotando hace dos años para intentarlo. Reboté en Cancillería, le llevé una carpeta a Mauricio Macri a Villa la Angostura, pero reboté, también en el Senado", contó. 

Sobre su nuevo desafío, María Cristina cree que es una forma de "cuidar el medio ambiente y el calentamiento global. Está muy grave el asunto. Nosotros que estamos todo el tiempo en el agua sabemos de todo esto y que no estamos cuidando el planeta". 

Otro de los nadadores que logró la épica deportiva fue el roquense Marcelo Nazra, radicado hace años en Neuquén, el deportista tardó 16 horas y 49 minutos en unir Inglaterra y Francia. Invitado a 24/7 Canal de Noticias contó: "Es un proceso psicológico que procesas toda la vida. Tenía herramientas psicológicas cuando mi cabeza lo necesitó, iba disfrutando". 

Poco se acuerda del sufrimiento físico y reconoció que si en "las primeras 3 o 5 horas de nado no estás preparado, la gente suele abandonar". 

"Para un desafío así te preparás toda la vida" dijo Marcelo Nazra.

El cruce se vive de tres maneras: en la planta baja, es decir quien nada; el que está en el barco, quien teme por la vida del nadador y por último, quienes miraron toda la travesía desde Internet. 

Marcelo tiene como próximo desafío: cruzar el Estrecho Gibraltar, pero sobre todo "seguir nadando" porque en palabras del deportista quien nada su medio de placer es el agua. 

Cristina y Marcelo forman parte del desafío "Nadando por un sueño" con el que buscan conseguir una pileta inclusiva para Neuquén. Respecto a ésto, Ganem dijo: "nosotros terminamos la parte física pero falta el efecto que estamos buscando que es conseguir la pileta" y Nazra agregó: "Esto es un paso gigante porque para la natación lo importante es hacerse escuchar. Es un deporte que lo practica muchísima gente, pero es siempre calladito sobre todo en el interior del país. El primer paso de este desafío fue hacernos escuchar y ya empezamos".