Un gato y un murciélago con rabia: alerta en Allen

Un gato con un murciélago en la boca encendió el alerta. Es que la presa del felino fue enviada a analizar y se comprobó que tenía rabia. Ante la posibilidad de contagio a las mascotas y el riesgo potencial de transmitir la enfermedad a las personas, se evalúa una nueva campaña de vacunación.

La semana pasada, un vecino de Allen encontró a su gato que volvía a casa con una presa en su boca. Al acercarse pudo comprobar que era un murciélago, entonces lo agarró con una bolsa y lo llevó a la Dirección de Zoonosis municipal. El veterinario del área se comunicó con Salud Pública que lo envió a analizar al Instituto Pasteur en Buenos Aires.

Luego de unos días, se conoció que el resultado había dado positivo. Esto causó conmoción en la familia, ya que el gato que estuvo en contacto con el murciélago es la mascota de la casa y no estaba vacunado contra la rabia. Aunque se analizó la posibilidad de sacrificarlo, prefirieron ponerlo en aislamiento durante 15 días para determinar si efectivamente resultó contagiado.

Desde Zoonosis se solicita a la comunidad que mantengan al día las vacunas de sus mascotas, y que ante la aparición de murciélagos, se evite el contacto sin protección en la piel, para evitar mordidas, y se lo capture para ser analizado. En el norte de la Patagonia no es común la rabia, pero se han detectado casos en murciélagos que son detectables rápidamente porque deambulan de día y tienen problemas motrices, por lo que son fácilmente capturados por perros o gatos. 

Desde el municipio evalúan una nueva campaña de vacunación masiva para prevenir un brote de la enfermedad. La rabia en los perros y gatos comienza a manifestarse con dolores musculares, fiebre, debilidad, nerviosismo, miedo, fotofobia o pérdida de apetito, en tanto que en una etapa más avanzada, empezará a manifestar una conducta furiosa. En las personas, produce una sensación de hormigueo o picazón alrededor del área de la mordedura, luego síntomas gripales, como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, pérdida del apetito, náuseas y cansancio. Una vez que aparecen los síntomas clínicos, es prácticamente mortal en todos los casos.