CUARENTENA Y VICIOS
El cigarrillo convoca más allá de cuarentenas y pandemias
En Diagonal Alvear, de la capital neuquina, se pudo ver una cola de más de una cuadra de largo.
La mayoría esperaba para comprar cigarrillos. Así fue constatado rápidamente, al pasar, en la cola más notoria de personas en cuarentena, que se haya visto desde que comenzó (exceptuando aquella de los bancos y los jubilados) este sistema de prevención ante la pandemia del coronavirus, en la capital neuquina.
Al final de la larga fila, uno de los kioscos más tradicionales del micro centro neuquino. Esto sucedió este viernes, y hasta el perro que se ve en la foto, parece, tenía ganas de darle una chupada al pitillo que tanto escasea.
Los cigarrillos, ese bien de consumo tan vilipendiado, objeto de innumerables campañas de salud para desalentar el hábito de los fumadores, se imponen con la ansiedad que despierta su ausencia. Si hasta el gobierno nacional decidió, hace un par de días, habilitar su importación, que había estado vedada durante muchos años, para proteger la industria tabacalera nacional.
La AFIP dispuso “con carácter de excepción” que hasta el 30 de septiembre de 2020 puedan importarse cigarrillos debido al desabastecimiento generado por el parate de las empresas tabacaleras en la etapa anterior de la cuarentena.
Desde este lunes, además, la producción de cigarrillos fue rehabilitada para volver a trabajar y tanto Massalin Particulares como Tabacalera Sarandí retomaron sus actividades.
