“Conductas de rebeldía” a una vida con protocolos

El 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al coronavirus como pandemia mundial. Argentina tenía 21 casos y todos importados, pero las dudas sobre el virus “invisible” altamente contagioso eran muchas. La propia OMS había dicho que no era necesario usar barbijo o que solo lo hicieran quienes volvían del exterior. 

A 6 meses de la cuarentena estricta anunciada el 20 de marzo por el presidente Alberto Fernández vivimos con protocolos. Lo que primero no era necesario, hoy lo es. Barbijo o tapabocas, distancia social, lavado de manos y restricciones horarios son parte de nuestra cotidianeidad. Pero ¿nos acostumbramos? ¿por qué la rebeldía sigue siendo protagonista ante cada cambio? 

“En una primera etapa nos adaptamos “haciendo” cosas en nuestras casas e intentamos estar en movimiento, pero con el tiempo apareció el enojo, el agotamiento, la tristeza y sobre todo, una cosa que es muy difícil para todo ser humano, la incertidumbre o la pérdida de certeza” explicó la psicóloga Griselda Conte  (Mat. Nqn Nº 202) en Cambio de Aire por AM550 y 24/7 Canal de Noticias. 

“Vemos el duelo por nuestros proyectos personales” dijo la especialista. 

“Somos seres muy complejos y hay una multiplicidad de causas” del por qué reaccionamos ante nuevas medidas y enfatizó en que hay una “promoción a conductas de rebeldías” y que es preocupante “la negación de los riesgos y la omnipotencia de “a mí no me va a pasar nada”. 

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