Las incoherencias de la pandemia

El regreso con Covid de un alto porcentaje de 80 estudiantes neuquinos, si no todos,  que viajaron a Carlos Paz, otra vez obliga a hacerse planteos relacionados con las incoherencias y decisiones contrastantes que se toman en diversos ámbitos oficiales, privados y familiares.

El gobierno nacional exige para viajar una serie de documentación, hasta incordiosa, a la hora de tramitar. Permiso de circulación, declaración jurada de covid negativo, permiso de verano , autorización de los padres si se es menor  de 18 y viajás solo en colectivo, etc etc.

El gobierno provincial lleva 10 meses adhiriendo a las medidas de restricción y control que toma Nación, implementando también otras, de neto corte localista . Se prohíbe, se multa, se secuestra, se controla, se limita, se..se…

Las autoridades sanitarias suplican que nos cuidemos para no colapsar el sistema, para no agotar al recurso humano.  Implementaron el testeo rápido, el PCR, los hisopados en centros privados, pagando bastante para sacarse la duda. Piensan paralizar la noche para impedir "juntadas", pero el día es imparable.

Se hizo un escándalo, con la justicia interviniendo, cuando algunos profesionales “inescrupulosos” se filmaron en el Chapelco riéndose del virus y de quienes nos cuidamos. Se detuvo gente que salió a hacer las compras porque no era “esencial”. Todo parecía justificado y justificable en esos momentos.

Las escuelas se negaron a hacer los actos de colación, porque habían estado cerradas todo el año, sin alumnos, y no se “iban a abrir para un egreso”. Además no tenemos ni lavandina, decían.

Sin embargo una soleada y ventosa tarde de verano, el sacudón llego con el anuncio de la llegada de tres ( de cinco) colectivos con 80 egresados de escuelas privadas de Neuquén, Cipolletti y Roca que a pesar de todo, se fueron de viaje,  se contagiaron y vuelven enfermos a la provincia que hoy, es la de mayor crecimiento de casos en el país.

Hasta cierto punto los adolescentes son responsables por haber tomado esa decisión y asumir los riesgos. Mucho más, infinitamente más, lo son los padres que lo permitieron, seguramente minimizando los peligros, confiando en sus hijos y en quienes debían “cuidarlos” .

Absolutamente incomprensible cuando comienzan a trascender algunos apellidos de los jóvenes viajeros. Ese es el punto donde uno ya tira la toalla.

Esta pandemia sacó a la luz todo. También la hipocresía de quienes ocupan espacios de poder, y la debilidad del sistema. Desde ese "quedate en casa" ante el primer síntoma, disparado desde el ministerio de Salud, hasta esta realidad que puede terminar en un escándalo.