UN PASIONADO MUNDO

Uno de los emblemáticos relojeros de las torres, es Argentino

Andrés Romero es Ingeniero Electrónico, miembro honorario de la institución de relojería más importante de Inglaterra y uno de los pocos ´´argentos´´ que restaura y arregla relojes.
sábado, 13 de noviembre de 2021 · 13:08

Andrés Romero, no tiene nada que envidiarles a un héroe de una película de intrigas. Sin miedo y sin escalas uno se lo imagina trepando peldaños y descubriendo el misterioso enredo que la tecnología ancestral guarda en las entrañas de los relojes de las torres. El Ingeniero Electrónico, es miembro honorario de la institución de relojería más importante de Inglaterra y uno de los pocos ´´argentos´´ que restaura y arregla relojes. Desde Bahía Blanca contó la historia de la relojería y toda su pasión en diálogo con MI Radio por AM550 y 24/7 Noticias.

 

"El origen del reloj de torre, no es un reloj que muestra la hora, sino uno que toca la hora. Los primeros relojes de torre no tienen agujas, no tienen cuadrantes, solamente tocan una campana. Si nos remontamos alrededor de los años 1300 y 1400, si bien hay relojes previos, la documentación es muy poca", comenzó a relatar Romero.

 

"Tienen gran incidencia en el aspecto religioso porque durante esa época, el día se dividía en lo que se llamaba las horas benedictinas, que eran las horas que se usaban en los conventos para sus rezos. Entonces como el día variaba según la época del año, a veces le sobraba días y en otras oportunidades, se les hacia de noche antes de terminar de orar. Entonces el reloj comienza a tener un uso práctico", explicó coloquialmente para que uno, que no entiende mucho de la vida de los relojes, se de una idea de ese mundo apasionante.

 

 

Eran tiempos dónde los relojes de arena, de fuego o de agua, estaban de "moda", y el que se empieza implementar es el llamado "horologium, que de ahí viene la palabra reloj, que termina siendo la adaptación de una palabra latina". 

 

Andrés tuvo una infancia marcada por la curiosidad extrema, sin límites, “yo destripaba todo lo que encontraba para ver que tenían en su interior las cosas. En el mayor de los casos yo ponía el acento en la búsqueda de técnicas más avanzadas. Mis padres me apoyaban, dejándome hacer”.

 

Las cosas viejas de la casa, y las no viejas también. Tampoco la bicicleta se salvaba. 

 

Romero, estudió en la Universidad Tecnológica Nacional, egresando como Ingeniero Electrónico. Pero la idea de la horología habitaba en él y de esa manera se fue formando. En la actualidad es investigador y miembro desde 2012 del Instituto Británico de Horología que es la entidad más encumbrada al respecto. Es más, sobre el tema, ofició como traductor de un libro. Cúmulo que ensancha las experiencias del múltiple Andrés, que con su llamativa pluralidad que en paralelo, confluye invariablemente, en el factor estrella: La precisión.

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