La naturaleza es sabia, divina, imprevisible y misteriosa. Así como a veces se manifiesta contraria a nuestras voluntades, hay otras en las que nos sorprende y nos regala premios increíbles y maravillosos. Así le sucedió a Nélida Cervellin, una vecina de hace más de 30 años de la ciudad lacustre de San Martín de los Andes.
En la madrugada del último jueves, según sus palabras “se detuvo el tiempo. La naturaleza nos premió. Fue un momento hermoso”. Todavía maravillada por la situación, no puede dejar de emocionarse al relatar que con las primeras luces del día y del “astro rey” apareciendo tímidamente; de pronto en un cerro las siluetas recortadas en el horizonte: una pareja de ciervos la dejó impactada a ella misma y su familia. El escenario de tan magnífico encuentro fue en La Rinconada y Collón Curá.
El momento quedará guardado en su memoria para siempre, pero en los tiempos de hoy lo que no queda registrado en fotos y en videos no se cree. Así que por suerte toda la familia pudo dejar plasmado en sus dispositivos móviles ese maravilloso momento cuando los ciervos cruzan la ruta y desaparecen en una hondonada.
Un encuentro inolvidable
Nélida, en contacto con Mejor Informado, relató también que “íbamos a Bariloche, en la madrugada del jueves, porque teníamos que llevar a mi hijo y a mi nuera a tomar un avión. Estaba amaneciendo y de pronto sobre una montaña había solamente uno de los ciervos”. Nélida como viendo todavía ese increíble momento, contó que “paramos nuestros vehículo y tomamos una foto espectacular. Fue única esa imagen porque recién comenzaba a aclarar el día y era una silueta recortada arriba de una montaña”.
La vecina sumó a sus dichos que luego aparecieron dos ciervos más que quedaron también registrados en fotos y videos. Sin embargo el video que logró captar la atención de todos es cuando los ciervos finalmente toman la determinación de cruzar la ruta de lado a lado. “En un momento cruzaron la ruta, saltaron un alambrado y se fueron. Sin embargo lo que más nos hizo felices y bendecidos a todos fue que tuvimos mucho tiempo para apreciarlos. Por lo menos me animo a decir que unos quince, veinte minutos se quedaron ahí para nosotros”, sostuvo Nélida.
Todavía recuerda como, los emblemáticos animales del sur, se movían de un lado hacia otro. “Caminaban pero paraban, nos observaban, nos miraban”, resaltó. Por último manifestó con alegría que “la verdad es que desde que vivo en San Martín de los Andes he visto muchas veces ciervos así en la ruta, en el camino, a la noche, pero esto del jueves a la madrugada fue simplemente espectacular”.