El acuerdo político que sellaron el gobernador Rolando Figueroa y el intendente Mariano Gaido para encabezar un frente común rumbo a las elecciones legislativas de octubre ha despertado interés y análisis en toda la provincia. En ese contexto, las palabras de Juan Luis “Pepé” Ousset, ministro jefe de Gabinete, durante una entrevista en AM550, ayudan a comprender el trasfondo y la estrategia que hay detrás de esta alianza, que apunta a mucho más que una simple jugada electoral.
“Venimos trabajando en un espacio amplio desde antes de llegar al gobierno”, afirma Ousset. Y es cierto: no se trata sólo de un acuerdo puntual, sino del resultado de una construcción política que busca dar un cambio de modelo y estilo a la ciudadanía neuquina, especialmente en un escenario nacional complejo y restrictivo para los recursos provinciales.
La clave, señala Ousset, es la autodeterminación: “Estamos ahorrando y destinando recursos propios para hacer obra pública que el gobierno nacional no va a hacer”.
Defender a Neuquén ante los intereses nacionales
En un contexto donde la coparticipación y los fondos nacionales suelen quedar a la deriva, Neuquén toma las riendas con claridad. El ministro explica que esta alianza es la suma de voces diversas que coinciden en un objetivo fundamental: defender los intereses de la provincia. “No vamos a dejar de defender Neuquén para quedar bien con alguien del gobierno nacional”, sostiene.
Esa frase resume una tensión histórica para provincias con recursos: cómo hacer valer sus derechos y garantizar que los recursos que generan sean invertidos en su propio desarrollo.
Ousset pone el foco en la credibilidad: “Estábamos con un déficit financiero y de confianza; hoy estamos ordenando el Estado y recuperando la credibilidad que la gente merece”. Es una apuesta a la transparencia y a la gestión responsable, que se combina con una visión política que reclama representación genuina en el Congreso, capaz de poner a Neuquén por delante de otros intereses.
Aunque reconoce que la provincia arrastra “un atraso enorme en materia de infraestructura”, la hoja de ruta es clara y realista: “No vamos a decir nunca cosas que no vamos a hacer”. Esta gestión parece haber entendido que la palabra empeñada y la coherencia serán claves para recuperar la confianza de la sociedad.
En definitiva, este pacto entre Figueroa y Gaido no sólo define candidaturas, sino que plantea un proyecto político con mirada amplia, autocrítica y con un compromiso firme: hacer de Neuquén una provincia protagonista, que defienda su riqueza, gestione con responsabilidad y construya futuro en sus propios términos.