En el marco del Primer Encuentro para el Desarrollo de la Norpatagonia, los gobernadores de Neuquén, Rolando Figueroa, y de Río Negro, Alberto Weretilneck, avanzaron en una agenda conjunta para abordar el estado crítico de las rutas que conectan ambas provincias. La reunión, que también incluyó a los gabinetes provinciales, consolidó una estrategia común para mejorar la infraestructura vial y promover el desarrollo regional.
“Hay una estrategia conjunta para poder trabajar el tema de las rutas”, señaló Figueroa. Como ejemplo, mencionó el acceso norte de Neuquén, una vía de alta circulación que fue financiada por la provincia y luego transferida a Nación, aunque ese convenio se revirtió.
Actualmente, la ruta está nuevamente bajo control provincial y se avanza en la implementación de un peaje administrado por el gobierno neuquino, en articulación con otras obras clave vinculadas al nodo de Vaca Muerta.
Además, Figueroa destacó la importancia del tramo entre Octavio Pico y Rincón de los Sauces, que incluye 24 kilómetros de nuevo pavimento y 54 de repavimentación sobre la Ruta 6. Sin embargo, advirtió que la obra perdería efectividad si Río Negro no avanza en su tramo complementario: la pavimentación de Peñas Blancas, entre Ruta 151 y Octavio Pico. “Vamos a analizar qué rutas impactan en ambas provincias para poder buscar el financiamiento”, remarcó.
Por su parte, Weretilneck expresó su preocupación por la indefinición del gobierno nacional respecto a las rutas. “Planteamos tres opciones: la provincialización de las rutas, su transferencia a las provincias, o que una parte del impuesto a los combustibles —que representa cerca del 58% y hoy queda solo en Nación— sea transferida directamente a las provincias para que podamos mantener y operar las rutas”, explicó.
El gobernador rionegrino aseguró que ya elevaron formalmente la propuesta al Ejecutivo Nacional y aguardan una respuesta: “Primero esperamos la reunión de gobernadores del 23 para ver si hay consenso mayoritario y también la definición del gobierno nacional sobre la transferencia automática de los fondos que son de las provincias”.
Ambos mandatarios coincidieron en que las rutas compartidas requieren una planificación integrada y que su operatividad tiene impacto directo en el desarrollo económico, especialmente en el sector energético. En un escenario de falta de certezas por parte de Nación, diseñar mecanismos de financiamiento y gestión compartida se vuelve indispensable para garantizar la conectividad y el crecimiento regional.