Un parche más para una ruta nacional colapsada
La escena ya es parte del paisaje: camiones que chocan contra el puente ferroviario de Cipolletti en la Ruta 151, bloqueos del tránsito, demoras, y el tren parado por “daños en la estructura”. Ahora, la solución no será una obra vial ni una adecuación del paso: instalarán un pórtico metálico para que, en caso de impacto, el golpe lo reciba esa estructura y no el puente.
La medida fue anunciada por el intendente de Cipolletti, Rodrigo Buteler, quien aclaró que las tareas comenzarán “en los próximos dos meses” y que se trata de un paliativo urgente ante la falta total de respuestas de Nación.
“La obra importante es la ruta, no el pórtico”
Buteler fue claro al reconocer que el problema de fondo es la falta de mantenimiento de la cinta asfáltica y la infraestructura vial, pero que la colocación del pórtico busca proteger el servicio del Tren del Valle.
“La obra estructural debería ser sobre la ruta, pero no hay ninguna respuesta del gobierno nacional. Mientras tanto, los camiones siguen chocando, y estamos en riesgo todos”, dijo. Además, aseguró que el gobierno de Río Negro llevará el reclamo a la Justicia.
Rutas abandonadas: un drama repetido en Río Negro
Lo que ocurre en Cipolletti no es un hecho aislado. La situación de abandono de las rutas nacionales en Río Negro es crítica, con tramos intransitables, baches, banquinas sin mantenimiento y señalización deficiente. La Ruta 22, la Ruta 151 y la Ruta 40 presentan problemas crónicos que se agravan año tras año.
Mientras tanto, las únicas respuestas visibles son medidas provisorias, como reducciones de velocidad, pórticos preventivos, desvíos, y carteles de advertencia, sin un solo kilómetro de obra nueva.
¿Hasta cuándo se resolverá con parches?
La colocación del pórtico puede prevenir el próximo impacto, pero no resuelve la raíz del problema. El tránsito pesado sigue circulando por rutas que no están preparadas, y la falta de planificación pone en riesgo vidas, interrumpe servicios y daña la economía regional.
En este contexto, crece la presión sobre Nación para que asuma la responsabilidad sobre las rutas nacionales y active obras reales. Mientras tanto, Río Negro sigue acumulando “soluciones” que no solucionan nada.