El gobernador Rolando Figueroa apuntó contra la gestión pasada al asegurar que “no existió la obra pública” durante los últimos cuatro años y que ese período dejó una provincia endeudada y con serias falencias de infraestructura. La crítica, aunque sin nombrarlo directamente, estuvo dirigida al gobierno de Omar Gutiérrez.
Durante un acto realizado este jueves en Casa de Gobierno, donde se firmaron contratos para obras viales, entre ellas la pavimentación de la calle Futaleufú que une Neuquén con Plottier, Figueroa hizo un fuerte contraste entre su gestión y la anterior:
“Fueron cuatro años en donde no existió la obra pública, se generaron muchas deudas y se padecieron injusticias”, expresó.
En ese contexto, el mandatario recordó que el actual Gobierno Nacional también resolvió no ejecutar obra pública nacional, bajo el argumento de mantener el superávit fiscal. Frente a ese panorama, el gobierno provincial y los municipios neuquinos decidieron avanzar con recursos propios para atender las demandas de la ciudadanía.
“El progreso se mira hacia adelante, y a eso estamos dispuestos todos nosotros”, afirmó. Y agregó: “Yo lo resumo todo este trabajo en una palabra: la neuquinidad”.
Figueroa destacó obras estratégicas como la Ruta 23 y anticipó que en dos semanas comenzará una obra histórica sobre la Ruta 7, un corredor clave para la conectividad y el desarrollo económico de la provincia.
Neuquén avanza con recursos propios ante el abandono de la Nación
Con la obra pública nacional paralizada, Neuquén se convierte en ejemplo de autonomía y planificación, apostando por el desarrollo vial y la justicia territorial. La neuquinidad aparece como eje conceptual de una gestión que, según el propio gobernador, busca “reparar las injusticias con trabajo y unidad”.