¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Martes 24 de Junio, Neuquén, Argentina
Logo Am2022

Fe y tradición: Chos Malal celebró a San Juan y honró las raíces culturales

Chos Malal fue escenario de una emotiva y colorida celebración en honor al santo. 

Martes, 24 de junio de 2025 a las 18:35
Chos Malal fue escenario de una emotiva y colorida celebración en honor a San Juan.

Cada 24 de junio, la espiritualidad, las creencias populares y las tradiciones ancestrales se entrelazan en una fecha que, más allá del calendario, une a los pueblos a través de la fe, la palabra y el encuentro. Desde la Wiñoy Tripantü, el Año Nuevo del pueblo mapuche, hasta las celebraciones cristianas en honor a San Juan Bautista, las culturas celebran, agradecen y renuevan sus vínculos con lo sagrado.

En la jornada del lunes, Chos Malal fue escenario de una emotiva y colorida celebración en honor a San Juan, figura clave del cristianismo y símbolo de conversión, humildad y purificación. Reconocido como el último profeta del Antiguo Testamento y el primero del Nuevo, San Juan fue el hombre que, según el Evangelio de Lucas, preparó el camino para la llegada del Mesías y bautizó a Jesús en el río Jordán. Jesús mismo lo elogió con las palabras: “Entre los nacidos de mujer, no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista” (Mateo 11:11).

Con una fuerte impronta popular, la comunidad se reunió en la Parroquia María Auxiliadora para revivir tradiciones que perduran en la memoria de los mayores y se transmiten de generación en generación. No faltaron los acordes del payador Tapia y del reconocido cantor Atilio Alarcón que con su guitarra, deleitó con las cuecas. También se preparó el infaltable quemadillo —infusión típica de la festividad— y las empanadillas dulces que llenaron el aire con aromas de antaño. Entre anécdotas, risas y evocaciones, también se recordó cómo, en tiempos pasados, algunas familias celebraban por hasta tres días consecutivos.

Estas expresiones culturales no sólo representan la fe en el santo, sino que evidencian un modo de vivir la espiritualidad como experiencia compartida, colectiva y profundamente identitaria. En un mismo territorio conviven ritos diversos: la renovación de la tierra según el ciclo de la naturaleza en la cosmovisión mapuche, y las prácticas populares cristianas con sus fuegos purificadores y oraciones.

El 24 de junio es, entonces, mucho más que una efeméride religiosa: es símbolo de encuentro, herencia y convivencia de culturas. En cada canto, en cada fogón encendido, se renueva no sólo la fe, sino también la pertenencia a una comunidad que honra su pasado y proyecta su identidad hacia el futuro.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD