Dora, te dejé la pava y el mate en el armario

Por Mime Mascaró

Matilde: no viaje, porque de lo que quedaba se fió todo 

Su sensibilidad impar convierte la cámara en extensión de sus manos. Y desde la lente no mira, acaricia. Su obra transporta y habilita al espectador a cobrar vida junto a sus personajes. Oler pucheros, arder leña, cuidar la pava, llorar sus muertos. 

Ph: Jorge Piccini

Cada uno de los habitantes de sus universos, toma volumen de personaje literario, y los observadores elevamos un vuelo de lectores.

Algo así sucede al viajar por “Mensajes al poblador rural”, la obra con la que Piccini eterniza “Los micro-relatos tan llenos de ruralidad y, al mismo tiempo, desde el oído urbano, tan llenos de poesía. La pérdida y el hallazgo de animales, la solidaridad, el motivo del viaje, la distancia de un pueblo a otro, las inclemencias climáticas, las sombras del atardecer y los vínculos familiares y sociales que se tejen en la inmaterialidad de un mensaje de radio reflejan la textura de la inmensidad patagónica y de quienes la habitan. Se trata de relatos fragmentados que se entretejen develando un mundo visible – audible detrás de ese vacío silencioso que se prefigura como desierto-. Poniendo en evidencia lo difícil que nos resulta acercarnos a esa belleza. En eso radica la virtud de su obra.” Prólogo del libro de la dramaturga Ana Laura Suárez Cassino. (Y es imposible decirlo mejor que ella)

"La radio se instala un pasito más atrás, como preparando públicamente la comunicación privada" Carla Barbuto de su genial Informe "Mensajes al poblador" Revista NochePolar. Ph: Jorge Piccini

Ph: Jorge Piccini

Ph: Jorge Piccini

10.000 km. de amor

El “Mensajero al Poblador Rural” es un servicio de radios AM que atraviesa la Región y que se emite en la Patagonia 6 veces al día desde hace más de 70 años. Es el más importante (y en ciertos casos el único) puente entre los habitantes de la Patagonia profunda. 

"Mamá Clara: acordáte que tuviste hijo..."

"Les habla un bandido de la barda..."

“El trabajo lo empecé hace unos 15 años ni bien llegué a Bariloche. Quise ir del lado donde se reciben los mensajes, del lado del receptor. Así comencé a visitar lugares alejados como Ñirihuau, Pichileufu (parajes de las afueras de la ciudad) y de a poco acercándome a ellos, compartir unos mates y estar en el momento que escuchan los mensajes. Los primeros acercamientos que tuve fueron en el 2003. Fue en moto, visitando a Bonifacio y Brunilda y luego fui conociendo más pobladores de zonas aledañas y más alejados. He ido en épocas de lluvia, nieve, con los caminos en malas condiciones pero trataba de llegar de cualquier manera pensando siempre en fotografiarlos. Con el tiempo me fui haciendo compañero y amigo de ellos, ir a comer un asado, llevarles las fotos, mostrarles cómo iba avanzando el proyecto, hasta que una vez terminado llevarles el libro y entregárselos personalmente.” recuerda hoy Jorge Piccini.

"Al Señor Julio Mármol, que haga el favor de dejarme la cordión que la tengo emprestada."

"Dora, te dejo la pava y el mate en tu armario. No la dejes afuera."

Jorge y los pobladores rurales de los "Mensajes al poblador rural".

Brunilda y Bonifacio

“Tenía moto, salí a la estepa, a las afueras de Bariloche. Vi una casita a lo lejos, me acerqué, y estaban ellos dos solitos. Ellos tenían cerca de 80 años y así fue nuestro primer encuentro. Justo ella estaba haciendo unas tortas fritas, charlamos un rato, le conté del libro, y a los días volví a visitarlos, y así por 6 años, los seguí fotografiando. Ellos fueron los impulsores de todo esto”. Ellos ya no están en este mundo. Ellos eran Brunilda y Bonifacio.

Brunildo y Bonifacia. 

Hay dos viejitos cara arrugada que no esperan la muerte. No. No piensan en ella. Hay dos viejitos ojos de monte que se levantan tan temprano que hasta los perros los miran extrañados buscan sus baldes para el ordeñe, siembran, cortan, esquilan, duermen y vuelven a esquilar un matecito entre tarea y tarea un caldo graso adobe y tierra y tierra y más tierra hasta en las uñas. Él prepara la bolsa de agua caliente, ella los cordeles y las sogas ya no saben desde cuándo están juntos sólo una foto humedecida les recuerda que alguna vez se casaron y desde ese día la vida sólo se explica junto al otro. Los pueblerinos los miran extrañados no entienden cómo pueden vivir sin luz sin internet yo los miro y lloro. Lloro por lo difícil que es la sencillez para los mortales para los modernos para nosotros los otros los que tememos no envejecer acompañados.” Verónica Merli

 

Ph: Jorge Piccini.

Ph: Jorge Piccini.

Ensayo, prueba y error

Piccini, el fotógrafo, escritor, maestro, librero y gestor traza la silueta de un cuerpo artístico regional único en su clase. De su mano, la fotografía latinoamericana extiende su ciclo vital hasta límites insospechados. Nace, crece, se reproduce y ya no muere. 

Bex Dossier Panamá. Festival del Toro Guapo por Alexander Arosemena.

Bex Dossier Panamá. Festival del Toro Guapo por Alexander Arosemena.

Por medio de su trabajo -mezcla de compilador y buscador de tesoros- Jorge ha construido un fabuloso reservorio de fotografía latinoamericana. Desde su revista Bex (Bariloche Expone) resguarda y visibiliza la obra de más de 600 artistas fotográficos de Latinoamérica. “Mi proyecto de revista nace en el 2004 después del Bariloche Expone. Más tarde empiezo a mostrar el trabajo de autores de la Patagonia y luego me volqué a Latinoamérica, donde hice un número por cada país. Actualmente estoy realizando un trabajo provincial: una provincia argentina por número.  Ahora estoy haciendo la edición de Chaco.” 

Bex Dossier Brasil. Autoflagelo de Joao Machado.

Bex Dossier Jujuy. La cuarteada por Danie Cabrera.

Bex Dossier Brasil. Autoflagelo de Joao Machado

Cazador de instantes 

Sólo caza instantes el que los intuye. El que los presiente. Como anticipan la lluvia los hombres de campo tan solo con oler la humedad del viento. El instante dura un instante. El instante nace cuando muere y Jorge Piccini forma parte del exquisito grupo de cazadores que ve llover antes de la lluvia. De los prodigios que habitan el Olimpo de los dioses nacidos para inmortalizan los segundos. 

Un oso de dos cabezas que vivió sólo ese instante, cazado por Piccini. Adelanto de su nuevo libro: "Antes de los aplausos".

Nunca antes. Nunca después. Jamás se volvió a repetir esa escena. Ahora, instante-trofeo de Piccini. Adelanto de su nuevo libro: "Antes de los aplausos".