La Fórmula 1 en San Pablo, Brasil, se convirtió en un verdadero escándalo luego de que el sistema DRS del Mercedes que maneja Lewis Hamilton, el campeón del mundo, haya presentado dimensiones que exceden a las reglamentarias tras lograr el mejor tiempo para largar primero la carrera sprint de este sábado.
El DRS, la parte móvil del alerón trasero que puede usarse en zonas determinadas del circuito para tener menor resistencia al aire y ganar velocidad final, tiene una apertura máxima de 85mm, medida que el auto de Hamilton superó en la verificación posterior. Entonces, a mayor paso, mayor beneficio.
Finalmente, esta anomalía fue comprobada y el británico fue descalificado de la clasificación, por lo que tendrá que largar último este sábado.
Y como si esto fuese poco, la FIA multó con una suma de 50.000 euros a Max Verstappen, líder del campeonato con 19 puntos de ventaja sobre el inglés, porque luego de bajar de su RedBull, tras ser 2° en la clasificación, fue a revisar el auto de su rival y lo tocó. Esto, en el parque cerrado, está terminantemente prohibido.
Las imágenes muestran al piloto mientras toca el alerón trasero del Mercedes número 44. Los comisarios deportivos también lo citaron a dar su testimonio -en dos oportunidades- y lo multaron económicamente ante el reclamo del equipo rival, aunque no sufrió una sanción deportiva.
Después de ganar el GP de México en el fin de semana pasado, el neerlandés sueña con romper la hegemonía que Mercedes ostenta desde 2014 y le lleva 19 puntos de ventaja al inglés -heptacampeón del mundo y ganador de seis de los últimos siete títulos-. Quedan cuatro fechas por delante: la corriente en Brasil, Qatar, Arabia Saudita y la coronación en Abu Dhabi.
LA GRILLA PARA LA CARRERA SPRINT