Los futbolistas invierten. Y no es novedad. Los suculentos sueldos que perciben, determinan que las grandes figuras de élite, se conviertan en principales accionistas de emprendimientos, muchos ligados al deporte, otros a negocios inmobiliarios, cadenas de hoteles, medios de comunicación, indumentaria deportiva, comestibles, tecnología. Y la lista se engrosa día a día, Por eso no sorprende que Thibaut Courtois ingrese en el mundo del automovilismo con su propio proyecto. El futbolista belga del Real Madrid ha adquirido un equipo de Fórmula 4. El TC Racing debutará en el 2024 en la categoría, la primera hacia la Fórmula Uno, por lo que está en pleno proceso de contratación de mecánicos e ingenieros.
Se desconoce la inversión efectuada en un proyecto en el que también forma parte el expiloto de F1 español Roberto Merhi, según ha informado Motorsport. Pese a que todavía no tiene a ninguno de los pilotos confirmados, la escudería podría debutar incluso esta temporada en las carreras de Emiratos Árabes Unidos o España.
Más allá del fútbol, el jugador belga que es arquero titular del Real Madrid, también es junto al futbolista del Real Betis, Borja Iglesias, accionista del equipo de e-sports, Dux Gaming.
De la categoría donde invirtió el golero de la selección de Bélgica se puede aportar que, la La Fórmula 4 ó F4, es un tipo de monoplazas regulados usualmente de acuerdo con el reglamento pertinente de la FIA, que se utilizan en competiciones de automovilismo de velocidad nacionales o regionales de todo el mundo. En el camino a Fórmula 1, esta considerada el primer paso en monoplazas después del karting y un escalón por debajo de Fórmula 3 y es similar a la Fórmula Renault 2.0 que ya no existe.
Inicialmente, estos campeonatos de Fórmula 4 comenzaron en 2014 como una categoría de una sola marca antes de que las regulaciones se abrieran a múltiples fabricantes de chasis y motores. Cada campeonato utiliza una sola marca de motor, y las normas exigen una capacidad de 1.600 cc y limitan la potencia máxima a 160 CV (119,3 kW), superior a la Fórmula Ford e inferior a la Fórmula Renault. Los motores están equilibrados para que ningún campeonato de Fórmula 4 sea más rápido que los demás, con la intención a largo plazo de reducir el coste a menos de 100 000 euros al año para competir.