Detrás de cada campeón hay historias de vida y la coronación de Central Córdoba anoche en la Copa Argentina no es la excepción. Omar De Felippe, el "padre" del éxito del Ferroviario tiene una conocida historia como ex combatiente de Malvinas, además de haber hecho un milagro en este segundo semestre con el conjunto santiagueño: lo llevó de ser el peor equipo del torneo a la obtención del primer título de su historia.
"Creo que todavía no logramos consciencia de lo que conseguimos. De mi parte se disfruta esto de entrar en la historia de un club y de una provincia humilde. Me encanta que los chicos festejen, es un premio muy grande para como arrancaron", dijo tras el título. Además, resaltó el esfuerzo de su plantel y expresó su deseo de que el Ferroviario utilice el título para aspirar a más: "Nos sentimos parte, pero los que se rompieron el alma fueron ellos. Para el club es una oportunidad de crecer en muchos aspectos, ojalá apuntemos a eso".
De Felippe es integrante de la clase '62 y fue uno de los diez futbolistas que tuvieron que ir a combatir a la Guerra de Malvinas en 1982, siendo uno de los soldados apostados en Puerto Argentino. Sobre aquella experiencia, relacionándola con el éxito de ayer, reflexionó: "Es lo que le pasa a cualquier argentino: te tenés que levantar a las 5 de la mañana, tomarte el colectivo, ir a laburar y la guita no te alcanza. Tenés que levantarte y laburar. Eso es lo que nos pasó allá: si tenías hambre, frío o lo que sea, te tenés que levantar y seguir. Había que subsistir, y esto es igual".
Además, se tomó un momento para agradecer a los Veteranos de Malvinas que le hicieron llegar su apoyo para la final: "Estoy muy agradecido a muchos Veteranos de la Guerra que vivieron esto. Son de otros equipos e hinchaban para que Central Córdoba sea campeón. Estaban atrás de esta ilusión de nosotros porque sienten que los represento en algún punto".
No será el primer título de De Felippe, que se había coronado en la B Nacional con Olimpo en 2010 y en la Serie A ecuatoriana con Emelec en 2015, además de comandar los ascensos de Quilmes en 2012 y nada menos que Independiente en 2014, aunque sí es su primera coronación de un título de Primera en la Argentina. En su segundo paso por Central Córdoba, el entrenador dejó una huella indeleble en el club santiagueño.
Los tremendos números de De Felippe con Central Córdoba
Lo que consiguió el técnico de 62 años al levantar la Copa Argentina será imborrable, no sólo por el título y el acceso a la Copa Libertadores 2025, sino también por el lugar donde tomó al plantel del Ferroviario: agarró al equipo en la fecha 9 de la Liga Profesional, cuando en 2024 registraba 14 derrotas, cuatro triunfos y cinco empates, recompuso su imagen en el certamen y se hizo camino en la final partido a partido hasta el batacazo de anoche.
La coronación en el certamen nacional fue el final de un semestre brillante para un De Felippe que totalizó un 63% de los puntos con 12 partidos ganados, seis empatados y solo cuatro perdidos desde que se hizo cargo de Central Córdoba, en el que es ya su segundo ciclo en el club. Del peor equipo del año a uno difícil de vencer y que terminó levantando el primer título de su historia.