Un socio de Vélez presentó un proyecto para que el paso a nivel proyectado sobre la calle Yrigoyen lleve el nombre de Carlos Bianchi, uno de los máximos ídolos en la historia del club de Liniers.
La propuesta, que fue presentada por Sebastián Medoni y que fue titulada “Paso a Nivel Carlos Bianchi”, contempla no solo el homenaje nominal, sino también la incorporación de los colores velezanos en la estructura que estará pegada al polideportivo del club y la realización de grafitis con retratos de grandes ídolos que marcaron la historia de Vélez.
Al presentar el proyecto, Medoni expresó que “el objetivo aquí es que el cruce no solo facilite la circulación, sino que también se convierta en un símbolo de pertenencia para todo el pueblo fortinero”.
La idea tomó una gran relevancia en las redes sociales, por lo que se espera que sea considerada tanto por el club como por las autoridades.
Bianchi nació cerca del José Amalfitani y los primeros pasos como jugador los dio en el club de barrio Ciclón de Jonte, de donde surgían las figuras que luego pasaban a Vélez. Allí debutó de la mano de Victorio Spinetto frente a Boca el 23 de julio de 1967, con 18 años.
En 1968, Vélez se consagró campeón del Nacional, en lo que fue el primer título para el conjunto velezano en su historia profesional. El Virrey jugó ese torneo y anotó 7 goles, disputando la final ante Racing y jugando los últimos 45 minutos de ese partido.
Como jugador con la camiseta de Vélez anotó un total de 206 goles en 324 partidos. Tras su paso por Francia, donde jugó para el Stade de Reims, Paris Saint Germain y Racing de Estrasburgo, regresó a El Fortín en 1980, hasta que en 1984 se despidió de manera definitiva como jugador en el fútbol argentino.
En 1993 y tras el alejamiento de Eduardo Luján Manera llegó su momento como técnico del club que lo vio crecer futbolísticamente. Como DT del Fortín ganó el Torneo Clausura 1993 y luego se consagraría en el Apertura de 1995 y el Clausura de 1996.
En 1994 llegaría uno de los grandes logros de la historia del club: la Copa Libertadores de América. La final con San Pablo fue puro sufrimiento. Vélez ganó con gol de Asad 1 a 0 de local, y perdió de visitante por el mismo marcador. Una vez más a los penales, donde El Fortín iba a coronarse ganando 5 a 3.
Vélez hizo historia de la mano del Virrey. Pero faltaba lo mejor, la final Intercontinental. Y allí esperaba el Milan de Capello. Con goles de Trotta y Asad, Vélez iba a sorprender al mundo ganando 2 a 0 y pisando fuerte ante un grande de Europa.