El trabajo no registrado es una práctica habitual en los clubes de la región, casi una constante a lo largo y ancho del país. En general, los acuerdos laborales son simples palabras, contadas excepciones ponen a resguardo a las partes mediante la firma de algún contrato y una situación intermedia pasó a ser la facturación de labores específicas.
En los últimos días, la cámara de trabajo de Cipolletti sentenció al Club La Amistad a indemnizar con una cifra millonaria al ex entrenador de la institución, Daniel Silosa, luego que haya sido informado de su despido mediante un mensaje de texto en el que se leía “no vengas más”.
Silosa pudo acreditar mediante testimonios de padres de jugadores que se mantuvo en el cargo entre marzo y octubre de 2022 entrenando a los menores de las categorías 2008, 2009 y 2010, con los entrenamientos diarios de lunes a jueves más los encuentros o partidos de los días sábado.
Luego de poco más de seis meses de relación laboral, al parecer, desde la institución que comanda en los hechos Carlos Rojas, actual presidente de la Liga Deportiva Confluencia, no había conformismo con su labor, pero el manejo de su despido dio lugar a una demanda que avanzó por los carriles judiciales.
Sentencia
Finalmente, el pasado 4 de junio, el Poder Judicial de Río Negro falló a favor del empleado luego de constatar que percibía un salario mínimo, por debajo de los $76.771,20 exigibles en el 2022 para esa labor.
La institución La Amistad fue citada a declarar para ejercer su defensa más de una vez, pero nunca asistió y en consecuencia fue declarada en rebeldía, facilitando la concreción del caso.
Así, el club deberá pagarle a Silosa la suma de $1.366.258, 30 que, si bien no perturbará su funcionamiento, sienta un precedente para todas las partes, tanto empleadores como trabajadores vinculados al deporte que vienen manteniendo este tipo de prácticas desde hace décadas.