En una auténtica batalla tenística, Carlos Alcaraz se quedó con su segundo título de Roland Garros al superar a Jannik Sinner por 4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (10-2). Redondeando una remontada inolvidable, el español remontó dos sets y logró salvar tres match points en el cuatro parcial frente al número 1 del mundo para poder gritar campeón por segunda vez en un estadio Philippe Chatrier que explotó de júblilo con un duelo decisivo que se transformó en la final más larga en la historia del Abierto de Francia, con 5 horas y 29 minutos de duración.
Sinner se mostró mejor en un partido que fue parejo en el primer set, pero en donde el italiano prevaleció con un quiebre en el noveno game para adjudicárselo por 6-4. La segunda manga parecía un poco más accesible para quien comanda el ranking ATP luego de un rápido quiebre que lo puso 2-0, no obstante Alcaraz volvió al partido y pasó del 3-5 al 5-5 para llevar la historia al tiebreak. No obstante, allí Sinner se mantuvo sólido y aprovechó algunos fallos del murciano para ponerse dos sets arriba al ganar el desempate por 7-3.
Pero en el tercer set el partido empezó a tomar otro rumbo. Charly arrancó quiebre abajo, pero rápidamente se repuso: recuperó la ruptura y en el cuarto game volvió a quebrar. Con el español 5-3, Sinner amenazó poniéndose 4-5 al quedarse con el servicio de su rival, sin embargo Alcaraz tomó ventaja luego de un mal game con el saque del italiano para el 6-4 que significó el descuento.
En el cuarto set estuvo, quizá, el punto de inflexión: tras un desarrollo parejo, Sinner quebró en el séptimo game y se puso 5-3. Contra las cuerdas e impreciso, Alcaraz se complicó con su servicio y dejó al n°1 del mundo tres chances para el campeonato. Sin embargo, el murciano sacó fuerzas de donde no parecía haberlas y no solamente consiguió seguir con vida, sino que quebró e igualó el set, que culminó en tiebreak. Mejor anímicamente en ese pasaje, el último campeón de Roland Garros hizo valer esa remontada anímica y se quedó con el set ganando el desempate 7-3 para llevar este partidazo a un quinto y definitivo.
Después del palazo recibido, Sinner mostró quizás su momento de debilidad más extendido en el juego. Un rápido quiebre del español puso el juego en su favor, y pese a alguna chance de quiebre del italiano, el duelo parecía ahora estar de su lado. No obstante, el maratónico partido que para entonces ya había superado a la final entre Mats Wilander y Guillermo Vilas de 1982 como la final de mayor duración en la historia tenía otro capítulo guardado: el n°1 del mundo arriesgó todo en el décimo game en busca de un break que terminó consiguiendo para así llevar la historia a un nuevo desempate, el super tiebreak a 10 puntos.
A pesar de la lucha de Sinner, en el tiebreak Alcaraz arrancó con todo y no dejó dudas: con una seguidilla de tiros ganadores y manteniéndose muy sólido con su saque, el español se llevó los primeros siete puntos, sacando una ventaja incontestable. El italiano, desconcertado, se acercó 2-7 pero no le alcanzó ante un español que selló la victoria con un passing de derecha que decretó el 10-2 que le entregaría su segundo Roland Garros, el segundo consecutivo, tras cinco horas y 29 minutos de juego.
De esta inolvidable manera, y frente al rival que había vencido hace un año en semis, el español defendió la corona en el Abierto de Francia y conquistó su quinto Grand Slam. Su palmarés lo inauguró con el US Open en 2022 y Wimbledon en 2023, mientras que el año pasado festejó en Paris y nuevamente en el All England. Con 22 años, un mes y tres días, es el segundo jugador más joven en conseguir cinco trofeos "grandes", después de Bjorn Borg, que lo hizo con 22 años y cinco días, e igualó junto a Rafael Nadal, que tenía exactamente su misma edad cuando se adueñó en Wimbledon 2008 de su quinto Grand Slam, como para que las comparaciones con Rafa ganen todavía más terreno. Hoy, tras una batalla épica, Charly se lleva a casa una conquista de las más importantes de su carrera.