Su gran triunfo de hoy frente a la británica Katie Boulder fue más que especial para Solana Sierra, quien además de alcanzar su mejor performance en un Grand Slam y vencer por primera vez a una top 50, estableció una marca que el tenis femenino nacional no tenía desde hace 16 años: es la primera tenista argentina en alcanzar la tercera ronda en Wimbledon desde 2009.
El último antecedente de una albiceleste en la tercera fase del All England fue Gisela Dulko, quien en aquel momento dio el batacazo al vencer a la rusa María Sharapova, campeona del certamen en 2004, por 6-2, 3-6 y 6-4. La marplatense reeditó este logro 16 años más tarde, con un camino un poco más curioso. Sierra recibió la tarjeta de lucky loser (o “perdedor afortunado”), que se abre ante la renuncia de una colega ya clasificada al cuadro principal luego de caer en el último duelo de qualy ante la australiana Talia Gibson. A ese guiño de la suerte, la joven tenista le está sacando el jugo a más no poder.
La victoria ante Boulter por 6-7 (7), 6-2 y 6-1 no solamente significa un logro personal inédito en torneos de Grand Slam sino que le permite engrosar su puntaje en el ranking: la argentina de 21 años llegó a este torneo como la 101° del mundo y en el ranking en vivo ya escaló a la ubicación 77. Hace nada más que un año su puesto era el 175.
La emoción de Sierra tras la victoria
“Esto es increíble. Traté de concentrarme en el momento porque es un sueño jugar en Wimbledon y en este estadio. Sabía que era difícil, pero con mi equipo tenía la confianza de que podía ganar este partido", dijo después del triunfo de hoy. Además, contó del "simpático" conflicto que representó el cambio de planes tras la derrota en la qualy y su reingreso como lucky loser: "Desde que en la tercera ronda de la qualy ya nos cambiamos tres veces de departamento. Ahora tendremos que cambiar de nuevo la reserva del pasaje, pero es un lindo problema", contó Sierra, que es entrenada por Miguel Fragoso, coach de la academia de Rafael Nadal.