La serie internacional de julio cerró con un fuerte reclamo extradeportivo para el rugby argentino. Autoridades de England Rugby -selección de Inglaterra- acusó a hinchas argentinos de haber realizado insultos discriminatorios durante el duelo disputado en San Juan, en el marco del segundo enfrentamiento ante el seleccionado albiceleste, conocido como Los Pumas. La queja fue presentada ante World Rugby, que decidió actuar de inmediato.
El organismo mundial inició una investigación con revisión de imágenes, declaraciones de testigos y colaboración directa de la Unión Argentina de Rugby (UAR). A pesar de que se verificaron episodios de racismo, los agresores no fueron identificados, según confirmó la entidad internacional.
En un comunicado oficial, World Rugby reafirmó su postura contra cualquier forma de discriminación: "En este deporte y en la sociedad no hay lugar para la discriminación, el abuso ni el discurso de odio... lamentamos no haber podido identificar a los responsables", señaló el texto difundido. Además, se destacó que se elaboró un plan de acción educativo para prevenir nuevos incidentes, en conjunto con la UAR.
Brett Robinson, máximo dirigente de la institución, respaldó a los jugadores ingleses con palabras contundentes: “El rugby condena rotundamente cualquier forma de comportamiento discriminatorio... Aplaudo la valentía de denunciar lo que debió haber sido una experiencia sumamente angustiosa”, expresó. También agradeció a la UAR por su cooperación y rapidez para implementar medidas preventivas.
Desde el lado argentino, Gabriel Travaglini se sumó al repudio: "Repudiamos enérgicamente todo acto de racismo y nos solidarizamos con los jugadores de England Rugby", aseguró. Según detalló, se intentó localizar a un reducido grupo de entre cinco y siete personas dentro de un estadio con más de 20 mil espectadores, aunque el operativo no arrojó resultados positivos.