Aunque San Lorenzo decidió no levantar las inhibiciones y quedó imposibilitado de sumar refuerzos en este mercado de pases, Damián Ayude tendrá una cara nueva entre sus filas. Diego Herazo, el delantero colombiano apodado "Lukaku", regresó al club tras finalizar su préstamo en Nacional de Montevideo.
El atacante había llegado a Boedo a comienzos de 2024 desde Deportes Tolima, en una operación cercana al millón de dólares. Sin embargo, antes de asentarse en el equipo, fue cedido al conjunto uruguayo. Nacional no hizo uso de la opción de compra y el vínculo llegó a su fin, por lo que el jugador vuelve a estar a disposición del cuerpo técnico azulgrana.
Herazo vuelve en una situación distinta a la de otros futbolistas como Jeremías James o Alexis Sabella, quienes interrumpieron sus préstamos de manera unilateral. En su caso, el regreso se da de manera natural, tras cumplir el plazo del préstamo.
En su primera etapa con la camiseta azulgrana, Herazo jugó 21 partidos y convirtió un solo gol: fue en el triunfo ante Tigre por la Copa de la Liga 2024. Más allá del bajo rendimiento, su nombre quedó ligado a un episodio clave en el armado del plantel actual: en el primer amistoso de pretemporada entre San Lorenzo y Nacional en Montevideo, chocó con Facundo Altamirano y la caída del arquero provocó una fractura en el brazo izquierdo. Esa lesión le abrió la puerta a Orlando Gill, quien terminó ganándose el arco con buenas actuaciones en el Apertura.
Hoy, con un ataque limitado, Ayude ve con buenos ojos su regreso. Vombergar es el único centrodelantero titular consolidado y detrás aparecen alternativas con menor rodaje como Alexis Cuello, que juega más abierto y los juveniles Branco Salinardi y Matías Hernández. En ese contexto, Herazo se perfila como una variante útil para un equipo que necesita respuestas en ofensiva.