Neymar volvió a encender al Santos y no solo por su fútbol. En el triunfo 3-1 frente a Juventude por el Brasileirao, el crack brasileño fue figura con dos goles, protagonizó un tenso cruce con rivales y coronó la noche con un festejo que sacudió al Morumbí. Para el equipo paulista, además, fue un triunfo vital en la lucha por la permanencia: dejó la zona roja y tomó un poco de aire en la tabla.
El ex PSG y Barcelona abrió el marcador aprovechando un rebote en el área chica, mostrando que su instinto goleador sigue intacto. Luego, el argentino Álvaro Barreal amplió la ventaja tras un disparo desviado de Benjamín Rollheiser, en un buen tramo del primer tiempo para el Peixe. También ingresó Gonzalo Escobar sobre el final, reemplazando al propio Barreal.
Juventude reaccionó y descontó con un tanto de Wilker Ángel, que encendió las alarmas. Pero Neymar volvió a aparecer en un momento caliente: el equipo tuvo un penal y él se hizo cargo. Lo ejecutó con frialdad, engañó al arquero y selló el 3-1. Corrió hacia el banderín del córner, lo sacó de lugar y se lo mostró a los hinchas en un gesto cargado de mensaje.
Ese doblete fue especial. No solo significó su primer partido con dos goles desde agosto de 2022, cuando aún jugaba en París, sino que también marcó un punto de inflexión en su retorno a Brasil. Desde que volvió al Santos, suma 6 goles y 3 asistencias en 17 partidos, luego de una extensa recuperación por la rotura del ligamento cruzado y del menisco de su rodilla izquierda sufrida en octubre de 2023.
Pero no todo fue fútbol. Neymar mostró su carácter en medio de la tensión: se cruzó con Wilker Ángel por una falta a un compañero y tuvo otro encontronazo con Caique, que intentó separarlo. Lejos de achicarse, el 10 del Santos demostró que también está dispuesto a pelear cuando la cosa se pone áspera.
Con esta victoria, Santos llegó a los 18 puntos y quedó en el 15º puesto del Brasileirao, tres unidades por encima de Vasco da Gama, que aún debe un partido. El equipo dirigido por Carille ganó un duelo directo por la permanencia y alimenta la ilusión de alejarse del descenso e incluso soñar con puestos de clasificación internacional.
Neymar, por su parte, sigue sumando minutos y confianza en su camino a recuperar el mejor nivel. Con 242 partidos, 142 goles y 69 asistencias con la camiseta del Santos, el objetivo está claro: volver al seleccionado de cara al Mundial 2026, donde Brasil ya tiene su lugar asegurado y lo espera, si las lesiones le dan tregua.
El próximo desafío será de alta exigencia: Santos visitará a Cruzeiro, uno de los líderes del torneo, el domingo desde las 18.30.