Se fortaleció el MPN, se debilitó el kirchnerismo

Un batacazo de Rolando Figueroa, el claro triunfo resultante del MPN, con oficialismo y oposición sumados y ya negociando el cómo seguir; una muy buena elección de Cambia Neuquén, que pese al cisma de la Coalición Cívica, obtuvo el segundo lugar; y una amarga derrota para el kirchnerismo, que quedó tercero, pese a esa unidad de cúpula sintetizada por Tanya Bertoldi, que no consiguió revertir el daño de la mala imagen de los últimos tiempos del gobierno de Alberto Fernández: tal la conclusión primera que puede hacerse del resultado del domingo 12 de septiembre en Neuquén.

De aquí a noviembre, queda esperar la consolidación del nuevo escenario planteado en la provincia, que no es muy distinto al que se registra en Río Negro, y al resto del país. Es decir, un rebrote de la oposición al actual gobierno nacional, que le puede costar perder esa fácil mayoría de la que gozaba en el Senado. En Neuquén, el MPN transformado por el resultado del domingo, acometerá sin mayores cambios las elecciones municipales capitalinas, y de allí saltará a los comicios nacionales de noviembre. Serán días intensos, de reacomodamientos, en el partido provincial. Pero nada es enteramente sorprendente. Por el contrario, el diseño contemplaba estas posibilidades.

El gobierno neuquino no saldrá debilitado, sino fortalecido, tras lo acontecido este domingo. El primer acuerdo, el que nunca se discute, es el de gobernabilidad. Esa garantía ha estado siempre, después de algunas experiencias nefastas vividas a principios de la década del '90, cuando la grieta entre Sobisch y Sapag provocó daños y abrió abismos de insondable profundidad en el partido, que lo pusieron al borde de la derrota electoral.

"El MPN está más fuerte y unido que nunca", aseguraron los principales referentes, casi llegando la medianoche de la jornada más tensa de los últimos tiempos vivida en el partido provincial. No conviene hacer más futurología que lo que la prudencia indica. Y la prudencia, en periodismo, siempre va de la mano de la información disponible y las proyecciones basadas en datos. Lejos de los deseos y de las ansiedades.

Por eso, se reafirma el nuevo escenario... aunque no es posible predecir para qué servirá ese decorado, pues la acción dependerá de los protagonistas, no del paisaje.