A lo largo de los años, y gracias a su éxito, son pocas las veces que Cris Morena recibió un no como respuesta cuando intentó llevar a un actor para sus filas. Sin embargo, hay uno que se le reveló y se muestra tajante en su postura. Se trata de Valentín Yan, quien no quiere saber nada con seguir el mandato familiar.
Es que, teniendo en cuenta que Cris Morena ya comienza a trabajar con sus nietos en distintas producciones, decide estar acompañada por los más talentosos. Sin embargo, uno de ellos se le reveló y le marcó la cancha. Es que Valentín Yan le indicó que no quiere saber nada con la vida artística, por lo que las reuniones familiares suelen terminar repletas de tensión con peleas entre ellos por las distintas posturas.
Es que el hijo de Romina Yan encontró su pasión en el deporte, más precisamente en el automovilismo, por lo que apuesta a triunfar en este rubro: “Estoy disfrutando también. Mi pasión por los autos la tengo de siempre. La familia venía de lo artístico, pero nací así y es algo que siento bien dentro mío. Siempre me gustaron los autos, así que, bueno, qué se le va a hacer, en ese sentido siempre fui el oveja negra de la familia”.
Sin embargo, Valentín Yan debe mediar con Cris Morena y sus intentos constantes de meterlo en el mundo artístico: “Mi nieto mayor, Franco, es un actor increíble que se recibió en Londres, colabora conmigo y es un gran cantante. Valentín se canta todo, pero ahora está en el automovilismo”.
Con ese desgano al referirse a que su nieto no quiere acompañarla en sus proyectos, su abuela aseguró que algún día sus peleas tendrán un sentido positivo: “A toda costa quiere hacer eso. No sé qué va a pasar en su vida, pero bueno, entre nosotros: voy a intentar viendo si lo convenzo para que siga cantando y continúe con esta vertiente”.
Más allá de apostar a sus poderes de convencimiento, lo cierto es que Valentín Yan se muestra muy seguro de lo que desea en la vida: “Quiero crecer como piloto y como persona. Es un honor poder hacerlo en un equipo con tanta experiencia y que trabaja muy profesionalmente. Esto es básicamente lo que buscaba para dar el salto del karting a los autos de turismo”.
Para colmo, a sus 22 años, no quiere distracciones, por lo que sigue dándole la espalda a su abuela para mantenerse ligado al automovilismo: “Yo estoy tranquilo, haciendo el trabajo paso a paso. Siento que las oportunidades van a ir apareciendo con el correr del tiempo”.