Familiares del ARA San Juan criticaron la serie de Netflix: "No nos tuvieron en cuenta"

El gigante de streaming Netflix acaba de estrenar “ARA San Juan: el submarino que desapareció”, un documental sobre la tragedia de mediados de 2017 que se cobró la vida de 44 tripulantes, entre ellos la del marino olavarriense Diego Wagner Clar.

La serie, ahora entre las más populares de la plataforma, presenta la tragedia del ARA San Juan y la incansable búsqueda de sus 44 tripulantes. En el episodio 3, titulado "La otra verdad", se enfoca en la búsqueda del submarino y la intensa mezcla de angustia y esperanza que se experimentó en todo el país durante ese tiempo.

"ARA San Juan: El submarino que desapareció", producida por Cactus Cine y Marcos Sacchetti, bajo la dirección de Mauricio Albornoz Iniesta, consta de ocho episodios de media hora de duración cada uno.

"Nos motivó la necesidad de esclarecer las diversas hipótesis en torno a la desaparición del submarino ARA San Juan. Esta serie documental busca honrar la memoria de los 44 tripulantes fallecidos y la lucha de sus familias, quienes perseveran incansablemente en la búsqueda de respuestas", expresan los productores Nicolás Carreras y Marcos Sacchetti.

De acuerdo con Netflix, la serie documental es el fruto de una investigación iniciada en 2017. Utiliza material de archivo, imágenes exclusivas y varios testimonios, incluyendo algunos inéditos, para reconstruir una trama compleja de negligencias, encubrimientos, irregularidades e intereses ocultos.

Catalina Clar, mamá de Diego Wagner, uno de los tripulantes, cuestionó que lo realizadores de la serie "no tuvieron en cuenta a las familias. No pidieron nuestra opinión” expresó.

“No vimos el documental. En la familia nadie quiere verlo, porque somos nosotros los que estuvimos ahí y los que seguimos sufriendo y padeciendo. Lo que pedimos es verdad y justicia”, enfatizó.

“Es muy doloroso volver a ver lo que vivimos como familia. Cuando supimos del trailer tuvimos que preparar a los nenes (los hijos de Diego), que ahora son más grandes y sufrieron mucho”, reveló Catalina.

Sobre el modo en que se encaró esta producción, se quejó de que “ninguno de los dos abogados de la mayoría de los querellantes preguntó al total de las familias. Dos años estuvo guardado el tema y me pregunto esperando qué”.

En el plano familiar, confesó: “Hemos retornado a los primeros días. Tuvimos un retroceso. Habíamos dejado de a poco la ayuda profesional y tuvimos que volver al psicólogo”.

“La angustia y dolor se revive. Nos damos cuenta de que el documental se manejó con algunos familiares y cada pena, cada dolor, cada pérdida en cada persona es diferente. Sólo hay una cosa en la que todos somos iguales y es en nuestro sufrimiento”, reflexionó Catalina.

“En este caso se utilizó la pérdida de nuestro hijo y de sus camaradas para ello. Personas que participaron en este documental nos deben respuestas. Tendrían que ser juzgados”, reclamó.