Rodrigo De Paul se convirtió oficialmente en nuevo jugador de Inter Miami, tras un acuerdo cerrado entre el club estadounidense y el Atlético de Madrid. El mediocampista, campeón del mundo con la Selección Argentina, firmó un contrato por cuatro años que lo vincula al equipo hasta 2029.
La transferencia se concretó por una cifra cercana a los 15 millones de euros. El Atlético de Madrid aceptó esta oferta para liberar al futbolista antes de que finalizara su contrato, previsto para junio de 2026. De Paul, de 31 años, había perdido protagonismo en el conjunto dirigido por Diego Simeone y decidió dar un vuelco en su carrera.
El periodista Gastón Edul confirmó el pase a través de sus redes sociales: “Confirmado: Rodrigo De Paul va a ser jugador de Inter Miami. Va a firmar un contrato de 4 años”. Este fichaje lo ubica junto a figuras destacadas como Lionel Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, reforzando un plantel que combina campeones mundiales y exjugadores del FC Barcelona.
La elección de Inter Miami respondió no solo a un proyecto deportivo ambicioso, sino también a motivos personales. A pesar de contar con ofertas de clubes europeos y sudamericanos, De Paul priorizó la posibilidad de vivir en Estados Unidos y su amistad con Messi, que influyó decisivamente en su decisión.
En materia salarial, el contrato representa un salto significativo, con un ingreso anual de 10 millones de dólares, superando los 7,5 millones que percibía en España. Solo Messi está por encima de él en el plantel en términos de salario, con un contrato de 12 millones por temporada.
Este cambio también impacta en su vida personal y sentimental. Ángel de Brito reveló que Tini Stoessel y Rodrigo De Paul planean participar en el programa “Ángel responde” para confirmar su reconciliación. La llegada de De Paul a Miami modifica los rumores que indicaban una posible mudanza a Madrid, abriendo la puerta a que ambos puedan establecerse en Estados Unidos y construir su futuro allí.
Así, la decisión del mediocampista no solo marca un punto de inflexión en su carrera deportiva, sino que también abre nuevas perspectivas para su vida privada, en un contexto donde lo deportivo y lo personal se entrelazan con fuerza.