Mientras Mauro Icardi ponía rumbo a Turquía junto a la China Suárez, Wanda Nara decidió cerrar la semana de otra manera: rodeada de afectos, entre risas familiares y en medio de un proyecto que la tiene muy ilusionada. La empresaria aprovechó el domingo para visitar la casa que está terminando en Nordelta, un lugar que sueña convertir en el hogar definitivo de sus hijos.
La propiedad, que adquirió hace pocos meses en construcción, está ubicada en un barrio exclusivo y cuenta con una privilegiada vista al lago. Wanda Nara mostró parte del recorrido en sus historias de Instagram y dejó ver no solo los avances en la obra, sino también el acompañamiento incondicional de sus cinco hijos, y de una figura que cada vez gana más presencia en su vida: Carola, la novia de Valentino.
Con Francesca e Isabella a su lado —luego de pasar varios días con su papá y la China Suárez—, Wanda Nara dejó en claro que su prioridad es la familia. El sábado, las niñas habían estado en un asado de despedida organizado por Icardi, pero el domingo lo compartieron con su madre en un ambiente más íntimo y cálido. Esa elección también pareció marcar una postura: los vínculos genuinos son los que se cultivan en el día a día.
"Hoy visitamos la obra con los verdaderos propietarios", escribió Wanda en una de las postales más comentadas del día. En la imagen se la ve junto a todos sus hijos en la entrada de la futura casa. Con esa frase, subrayó que el nuevo hogar está pensado para ellos, como un refugio donde puedan crecer, compartir y estar en paz.
La cercanía entre Wanda Nara y Carola se hizo evidente en cada toma. La joven no solo mantiene una sólida relación con Valentino, sino que también se ha ganado el cariño de Francesca e Isabella. Su presencia constante en momentos familiares demuestra que la empresaria no solo construye paredes, sino también lazos.
Esta visita, más allá de ser una recorrida por la obra, funcionó como una afirmación de los vínculos que Wanda Nara prioriza. A pesar de los altibajos en su vida sentimental, ella elige fortalecerse desde lo más importante: su familia.
Mientras tanto, del otro lado del mundo, Mauro Icardi continúa su recuperación futbolística y su acercamiento a la actriz que supo estar en el centro del escándalo. La China Suárez, antes de emprender el viaje, se despidió de sus hijos y asistió a una fiesta de cumpleaños, sellando así otro capítulo de su historia con el jugador.
El contraste es claro: mientras Mauro Icardi y la China Suárez apuestan a una nueva etapa en Estambul, Wanda Nara camina firme con los suyos, levantando cimientos no solo de una casa, sino también de un nuevo comienzo emocional.