El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su par de Corea del Norte, Kim Jong- un, mantuvieron una reunión y establecieron un canal de diálogo para el desarme nuclear. La reunión duró 50 minutos y la intención es desmilitarizar la región peninsular coreana.
"En las próximas dos o tres semanas van a empezar a trabajar los equipos" de cada país -contó Trump. El mandatario aseguró que por el momento no se van a levantar las sanciones que pesan sobre Pyongyang y dejó de lado las recientes pruebas de misiles que se realizaron en Corea del Norte.
Este diálogo generó repercusiones, puntualmente en la Iglesia Católica, donde el Papa Francisco manifestó que ese acto fue un buen ejemplo de la cultura del encuentro.