Desértica noche parisina con toque de queda por coronavirus

La imponente ciudad de París quedó silenciosa y sus calles, vacías, con negocios, restaurantes y bares cerrados, a raíz del toque de queda que comenzó a regir este sábado por la noche a partir de las 21 tras el aumento de casos de coronavirus en Francia, que este mismo sábado batió el récord de 32.000 contagios en un día.

El Gobierno del presidente Emmanuel Macron decretó el miércoles pasado una nueva emergencia sanitaria para todo el país, ante la imparable segunda ola de coronavirus.

En el país, es esta la segunda emergencia sanitaria desde el inicio de la pandemia, la primera fue entre el 17 de marzo y el 11 de mayo, cuando el Gobierno impuso el confinamiento.

Para esta oportunidad, la medida principal es el toque de queda nocturno, de 21 a 6 horas durante cuatro semanas, en las nueve ciudades más afectadas, entre ellas, la capital francesa.

Esta ciudad, París, no conocía un toque de queda desde 1961, año en que, durante la guerra de Argelia, el Ejecutivo lo decretó para los trabajadores musulmanes argelinos.

En ese contexto, el Barrio Latino, uno de los lugares más bulliciosos de París, frecuentado por los estudiantes y los turistas, se vació rápidamente para las 21, según informó la agencia de noticias AFP.

Para esta medida, las autoridades desplegaron un refuerzo de 1.350 policías y gendarmes para hacer aplicar el nuevo dispositivo en París y su periferia inmediata, pero este sábado por la noche no hubo infractores ni multas.

Los únicos abiertos eran los locales de comida para llevar y por las calles circulan casi exclusivamente las motos y bicicletas de los repartidores y los colectivos nocturnos, en su mayoría casi vacíos.

Además de París, el toque de queda concierne las ciudades de Lyon (centro este), Lille (norte), Toulouse (suroeste), Montpellier (sur), Saint-Etienne (centro), Aix-Marseille (sur), Ruan (norte) y Grenoble (sureste).

Desde el inicio de la pandemia, Francia registra 876.342 infectados y 33.325 muertos.