La tierra "se tragó" a la ruta y lo que reveló los dejó sin palabras

Lo que creyeron que era uno socavón más en una ruta, terminó siendo un acceso a una cueva subacuática oculta, que los investigadores analizaron en detalle, y la que encontraron diferentes fósiles.  Según la investigación, el lugar tiene cientos de miles de años de antigüedad, y hay preocupación por una megaobra que podría afectarla.

La caverna está ubicada en Tulum, México. Un lugar paradisíaco que ya era conocido por tener algunas de estas increíbles formaciones.  Los espeleólogos que la recorrieron la bautizaron irónicamente "Me lleva el Tren", en relación al Tren Maya, una megaobra que el Gobierno mexicano planea construir en la zona, y que podría poner en peligro el rico ecosistema de la cueva.

"Estamos bastante preocupados por el desarrollo de ese megaproyecto. Esto que sucedió nos recuerda que deben hacerse todos los estudios necesarios y considerarse en todo momento las características particulares de la naturaleza", comentó Roberto Rojo, director del Círculo Espeleológico del Mayab.

Dentro de la cueva encontraron fósiles de caracol rosado, y se piensa la misma que se originó entre los períodos Pleistoceno-Holoceno. Por la cantidad de restos de moluscos sobre el techo de la caverna, le denominaron "Cielo de caracoles"; también se hallaron impresiones de corales Cerebro.

Además se detectaron las raíces de cientos de árboles selváticos que caen directamente al agua de la caverna.

Si bien las autoridades mexicanas consideran que es un peligro que la caverna se siga desplomando, los espeleólogos pidieron que no la cubran. Según explicaron, sería un "ecocidio" tapar la caverna de 60 metros de largo por 20 de ancho.