A un año de la declaración de la pandemia de coronavirus

Hace exactamente un año, el 11 de marzo del 2020, nuestras vidas cambiaron para siempre: la Organización Mundial de la Salud calificó al Covid-19 de pandemia, ante los “alarmantes niveles de propagación”.

La extraña y contagiosa enfermedad que comenzó en Wuhan a principios de diciembre dejó al mundo perplejo por un virus que hasta entonces era desconocido. Rápidamente se esparció por Europa, llegando luego al resto de los continentes, causando la muerte de al menos 2.613.983 personas en todo el mundo, y más de 117.688.732 infectados.

El inicio del 2021 parecía dejar atrás lo que fue un año para el olvido, gracias al comienzo de la vacunación. Sin embargo, no todas las regiones tienen la misma capacidad de acceso a la vacuna, generando una gran desigualdad entre los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo.

Estados Unidos, el país más afectado con más de medio millón de fallecidos, adoptó un plan económico de 1,9 billones de dólares que serán destinados a la compra y producción de vacunas, y al rastro de contactos estrechos y tests, lo que parece ser el camino para paliar el Covid-19 en Norteamérica.

Mientras tanto, países como Brasil se encuentran en la peor crisis sanitaria, tras la entrada de la cepa del Amazonas, que llevó al país a encabezar mundialmente el ranking de decesos en la última semana. Sumado a que la vacunación comenzó tarde en el país, que ya lleva contabilizados 270.656 muertos.

La gran cantidad de muertes y la crisis económica que generó esta enfermedad, llevó también a aumentar el número de niños con hambre, que se encuentran aislados y maltratados ante la imposibilidad de acceder a la educación, la socialización y los servicios esenciales como la salud, nutrición y protección.

En tanto, la esperanza de vida también ha bajado notablemente. Tal es el caso del continente europeo, donde en Italia bajó casi un año y crece el temor tras el avance de la cepa británica.