Las fuerzas israelíes anunciaron que separaron el norte de Gaza del resto del territorio y lo bombardearon con intensos ataques aéreos durante la noche del lunes, preparando el escenario para avanzar hacia todos los rincones de la ciudad de Gaza y una fase aún más sangrienta de la guerra que ya dura un mes.
El número de muertos palestinos ya superó los 10.000, dijo hoy el Ministerio de Salud en la Gaza gobernada por Hamás. El ministerio no distingue entre combatientes y civiles. Unos 1400 israelíes han muerto, en su mayoría civiles asesinados en la incursión de Hamás del 7 de octubre que inició la guerra.
Las cifras marcan un hito sombrío en lo que rápidamente se ha convertido en la ronda más mortífera de violencia palestino-israelí desde el establecimiento de Israel hace 75 años, sin un final a la vista mientras Israel promete sacar a Hamás del poder y aplastar sus capacidades militares.
Es probable que las bajas aumenten a medida que la guerra se convierta en un combate urbano cuerpo a cuerpo. Se espera que las tropas entren pronto en la ciudad de Gaza, informaron los medios israelíes, y es probable que los militantes palestinos que han tenido años para prepararse luchen calle por calle, lanzando emboscadas desde una vasta red de túneles.
"Nos estamos acercando a ellos", dijo el teniente coronel Richard Hecht, portavoz militar israelí. "Hemos completado nuestro cerco, separando los bastiones de Hamás en el norte del sur".
El ejército dijo que atacó 450 objetivos durante la noche y que tropas terrestres tomaron el control de un complejo de Hamás. Según el ejército, sigue disponible un corredor de sentido único para que los residentes huyan hacia el sur para los cientos de miles de palestinos que permanecen en la ciudad de Gaza y otras partes del norte.