En un sorprendente hallazgo arqueológico, se encontró un antiguo depósito de armas en la sección Badaling de la Gran Muralla China, uno de los sitios más emblemáticos del país. Este descubrimiento arroja luz sobre el funcionamiento de la antigua fortificación militar en el norte de esta potencia asiática.
Las ruinas, que ocupan una extensión de 10 metros cuadrados, fueron descubiertas por primera vez a principios de junio durante una expedición en la sección occidental de la Gran Muralla de Badaling, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este hallazgo tuvo lugar en el distrito de Yanquin, en Beijing.
A pesar de que gran parte de la estructura desapareció con el tiempo, los cimientos y el suelo se conservaron sorprendentemente bien. Los arqueólogos también encontraron 59 piedras huecas en las esquinas suroeste y noroeste del sitio. Investigaciones revelaron que estas piedras fueron utilizadas como grandes depósitos de pólvora, sirviendo como armas conocidas como "granadas de piedra" utilizadas por los guardianes de la Gran Muralla durante la dinastía Ming, que abarcó desde el año 1368 hasta el 1644.