El expresidente peruano, Alejandro Toledo, se entregó a las autoridades de California para que se concrete su extradición a Perú. El ex mandatario enfrentaba acusaciones en Lima por corrupción y lavado de activos relacionados con el caso Odebrecht. A pesar de que había presentado una moción de emergencia para retrasar el proceso, la corte de Estados Unidos rechazó su recurso.
Toledo, de 77 años, se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria desde 2020. Siempre negó las acusaciones en su contra e intentó bloquear su extradición durante 5 años, pero dado que todos sus recursos fueron denegados, el juez Thomas Hixson ordenó que el político peruano se entregue.
El exmandatario, que gobernó Perú desde 2001 a hasta 2006, será entregado en las próximas horas a las autoridades peruanas después de su detención en un tribunal federal en San José, donde permanecerá “en una cárcel adecuada”. Toledo se encontraba residiendo junto a su esposa en Estados Unidos, donde estudió y trabajó en la Universidad de Stanford.
Perú lo acusa de haber recibido millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de licitaciones para obras públicas, algo que la propia constructora reconoció como una práctica extendida en toda América Latina. Por ello, los fiscales piden que Toledo sea sentenciado a 20 años y 6 meses de cárcel.
Por otro lado, otros cuatro expresidentes peruanos enfrentan procesos judiciales similares: Humala, Kuczynski, Vizcarra y Castillo. Anteriormente, el expresidente Alberto Fujimori fue condenado por corrupción y por crímenes de lesa humanidad. Alan García, por su parte, se suicidó en 2019 cuando la policía iba a detenerlo sospechado de vinculación con el caso Odebrecht.