El mundo se congrega para la coronación de Carlos III  

Hace instantes, el Rey Carlos III y la Reina Camila han sido coronados en una solemne ceremonia en Londres. Se trató de un acto tradicional, pero sutilmente renovado, que contó con unos 2.000 invitados de todo el mundo. Esto incluyó a jefes de Estado y representantes de gobiernos extranjeros, miembros de la realeza extranjera y británica, ministros británicos, primeros ministros y ex primeros ministros.

El día comenzó con un recorrido de la pareja real en una carroza moderna –la misma usada en ocasión del Jubileo de Diamante de Isabel II, madre de Carlos III, en 2012- desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster. Allí, a las 11 de la mañana fueron coronados por el arzobispo de Canterbury, el clérigo de mayor rango de la Iglesia de Inglaterra.

Durante la coronación, que es prácticamente la misma desde hace mil años, el rey Carlos III debió responder preguntas y prestar juramento de que cumplirá “lo prometido” y afirmar ser un “fiel protestante”. El acto culminó con la unión, bendición y consagración del monarca sentado en el trono del rey Eduardo bajo un dosel.

La corona que recibió Carlos III es la de San Eduardo, una reliquia de oro macizo engastada con piedras preciosas, como rubíes y zafiros. Luego, el príncipe William será el único duque real que le jure lealtad, ya que los aristócratas “tradicionales” serán reemplazados por una invitación del arzobispo de Canterbury para que todas las personas juren lealtad desde donde estén.

El rey y la reina regresan a Buckingham en una carroza de oro de 1762, escoltados por otros miembros de la familia real y unos 4.000 militares en uniforme de gala. Finalmente, la pareja real aparecerá en el balcón del palacio para saludar y presenciar un desfile aéreo. Tres días de festejos seguirán a la ceremonia, en los que habrá fiestas vecinales y recitales.