El rey Carlos III será coronado el próximo 6 de mayo. Pero los detalles sobre la ceremonia, que costará unos diez millones de libras, renovaron el escrutinio sobre la fortuna de la familia real británica. Muchos consideran que la monarquía es un símbolo de la herencia británica y genera ingresos turísticos, otros cuestionan subsidiar a alguien por un trabajo simbólico.
Según The Washington Post, la familia real es dueña o usufructuaria de más del 1% de las tierras del Reino Unido. Una concentración de riqueza que genera irritación para quienes sufren la actual crisis inflacionaria en Gran Bretaña. Particularmente entre los jóvenes, existen cuestionamientos sobre por qué una sociedad democrática sigue sosteniendo a los monarcas.
A esto se agrega el hecho de que se deba pagar un 40% de impuestos a la herencia mientras que el rey no pagó nada por lo que heredó de su madre el año pasado. Cabe decir, que eran cientos de millones de dólares en propiedades. A pesar de ello, la coronación será un evento “sustentable”, con menos invitados y una ruta de desfile más corta que la de Isabel II.
De hecho, el rey Carlos es propietario de inmensas porciones de Inglaterra y de Gales. Para The Sunday Times, la fortuna personal de Carlos asciende a los 600 millones de libras. Pero The Guardian, que le encargó la investigación a un equipo de nueve periodistas, llegó a una cifra muy superior: 1160 millones de libras.
Es que el heredero de la Corona británica recibe los beneficios de los derechos de arrendamiento e inversiones de múltiples bienes y tierras. Además, la familia también se beneficia del “Crown Estate”. Aquí, los beneficios van al tesoro estatal, pero una parte se destina a la realeza en forma de "Subvención Soberana" para gastos oficiales. Son 86.3 millones de libras al año.