La muerte de un joven de 17 años por los disparos de un policía sigue conmocionando a Francia. Ayer por la noche se produjeron graves episodios de violencia en varias ciudades de ese país. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, informó que hubo 150 detenciones durante los disturbios. Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, luego de convocar a sus ministros para crear un comité de crisis, dijo que “la muerte de un joven impone la calma y el recogimiento”.
Para hoy está prevista una marcha convocada por la madre de Nahel, el joven de 17 años que murió por disparos de un policía en un control de tránsito en Nanterre.
El gobierno de Francia dice que desplegará más policías y adoptará un enfoque de tolerancia cero en los barrios donde se incendiaron edificios y vehículos. La jefa de la región de París, Valerie Pecresse, dijo que los servicios de transportes cerrarán temprano hoy a la noche para proteger a los trabajadores y pasajeros de la violencia urbana.
Darmanin, dijo que la policía se cuadriplicará y pasará de 9.000 agentes a 40.000. Solo en la región de París, el número de oficiales desplegados se duplicará a 5.000. “Los profesionales del desorden deben irse a casa”, dijo el Ministro del Interior. Si bien aún no es necesario declarar el estado de emergencia, una medida tomada para sofocar semanas de disturbios en 2005, agregó: “La respuesta del estado será extremadamente firme”.
El policía que disparó el tiro mortal en el suburbio parisino de Nanterre será investigado por homicidio voluntario después de que una investigación inicial llevó al fiscal local Pascal Prache a concluir que “no se cumplían las condiciones para el uso legal del arma”.