Una serie de fotos satelitales difundidas este miércoles por el laboratorio estadounidense Maxar Technologies confirma los efectos del ataque con drones llevado a cabo por Ucrania en cuatro bases aéreas de Rusia, incluida la base de Belaya, ubicada en Irkutsk, Siberia.
La operación, denominada "Telaraña", se desarrolló el domingo pasado tras un año y medio de planificación por parte del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).
117 drones, 41 aviones dañados y pérdidas millonarias
Durante la operación se utilizaron 117 drones, que impactaron contra hangares, pistas de aterrizaje y aeronaves estacionadas. El resultado: al menos 41 aviones bombarderos rusos dañados, lo que representa cerca del 35 % de la flota operativa de bombarderos estratégicos del país.
Ucrania estima que los daños causados rondan los 7.000 millones de dólares. Las aeronaves afectadas incluyen modelos Tupolev Tu-95, Tupolev Tu-22 y Beriev A-50, claves para las operaciones aéreas rusas.
La base de Belaya, una de las más afectadas
Las imágenes analizadas por Maxar Technologies, empresa especializada en inteligencia geoespacial, muestran aviones calcinados, hangares destruidos y grandes manchas negras sobre el asfalto que evidencian incendios posteriores al impacto.
Desde el aire, varios galpones parecen haber desaparecido por completo, y las aeronaves quedaron reducidas a escombros metálicos.
Putin promete represalias y acusa de “terrorismo”
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificó el ataque como un acto de "terrorismo" y responsabilizó directamente a Kiev. “En un intento de amedrentar a Rusia, la cúpula de Kiev ha pasado a organizar atentados terroristas”, expresó el mandatario durante una reunión de gobierno televisada.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comentó desde su red Truth que “Putin deberá responder” al ataque, tras mantener una conversación con el líder ruso.
Nuevo ataque ucraniano en Kerch, Crimea
Además del ataque a las bases aéreas, el martes Ucrania llevó a cabo una ofensiva en la ciudad de Kerch, en el sur de Rusia. El blanco fue el puente que une Crimea con territorio ruso a través del mar de Azov, atacado con más de una tonelada de explosivos transportados por drones desde camiones.
“El mensaje es claro: Crimea es Ucrania, y cualquier ocupación tendrá respuesta”, declaró Vasil Maliuk, jefe del SBU.