Al menos 11 personas, entre ellas dos niños, resultaron heridas en Ucrania tras una oleada de ataques con misiles y drones contra la ciudad y diferentes territorios de la región de Járkov. El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania (SES) informó de destrucciones generalizadas y de que los bombardeos provocaron un gran incendio en una empresa municipal de transportes. El fuego destruyó un edificio y un trolebús. Las llamas se extendieron a vehículos y edificios residenciales cercanos, hiriendo a tres personas, según las autoridades.
El distrito de Chuhuiv sufrió grandes daños como consecuencia de una combinación de ataques con misiles y aviones no tripulados. Una residencia privada, estructuras agrícolas, un almacén y equipos agrícolas fueron alcanzados, y ocho personas resultaron heridas.
También durante la noche, una serie de ataques rusos con drones en la región de Odesa destruyeron una sucursal del operador postal Nova Poshta, informó el SES. Nadie resultó herido en la ofensiva, que provocó un incendio de unos 300 metros cuadrados y dañó varios camiones dentro de las instalaciones. El fuego ya ha sido extinguido.
Ucrania afirma haber repelido durante la noche un total de 173 ataques rusos en varios frentes de la región rusa de Kursk. Los combates más encarnizados se produjeron en Pokrovsk, donde las fuerzas ucranianas detuvieron 66 asaltos.
Los ataques rusos contra Ucrania se han intensificado recientemente a pesar de los esfuerzos por entablar conversaciones de paz entre ambos países. El presidente ruso, Vladímir Putin, se ha negado hasta ahora a reunirse cara a cara con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, y ha rechazado todas las propuestas de alto el fuego.
Tras las negociaciones celebradas este mes en Estambul, ambas partes liberaron a más de 1.000 prisioneros -soldados y civiles- en el mayor canje de la guerra, y tienen previsto volver a reunirse para mantener conversaciones de paz la próxima semana.