El presidente Donald Trump dijo que apoyaría el arresto del gobernador de California, Gavin Newsom, en una dramática escalada de un creciente conflicto con el gobernador demócrata sobre las protestas de inmigración que sacudieron Los Ángeles durante el fin de semana. Los comentarios del presidente republicano se produjeron después de que Newsom prometiera demandar al gobierno federal por el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en el sur de California, calificándolo de acto ilegal.
Mientras Los Ángeles enfrentaba un posible cuarto día de protestas por las redadas de inmigración en la ciudad, demócratas y republicanos se enfrentaron por lo que se ha convertido en el mayor punto de conflicto en los agresivos esfuerzos de la administración Trump para deportar a los inmigrantes que viven ilegalmente en el país.
"Estamos demandando a Donald Trump", dijo Newsom en X. "Esta es una crisis fabricada. Está creando miedo y terror para apoderarse de una milicia estatal y violar la constitución de los Estados Unidos". Newsom calificó las acciones de Trump como un "paso inequívoco hacia el autoritarismo".
La ley federal permite al presidente desplegar la Guardia si la nación es invadida, si existe una "rebelión o peligro de rebelión", o si el presidente "no puede con las fuerzas regulares ejecutar las leyes de los Estados Unidos". La demanda de California acusa a Trump de exceder su autoridad según el estatuto y pide a un tribunal que declare sus acciones como ilegales.
Al regresar a la Casa Blanca después de una noche en Camp David, un reportero le preguntó a Trump si su zar de la frontera, Tom Homan, debería arrestar a Newsom. Homan ha amenazado con arrestar a cualquiera que obstruya los esfuerzos de control de inmigración, incluido el gobernador. "Yo lo haría si fuera Tom. Creo que es genial", respondió Trump. "A Gavin le gusta la publicidad, pero creo que sería algo grandioso".
Las calles de Los Ángeles, liderada por demócratas, estaban tranquilas después de que estallaran protestas el viernes por la noche. Agentes arrestaron al menos a 44 personas por presuntas violaciones de inmigración. Las manifestaciones, a veces violentas, continuaron durante el fin de semana, lo que llevó a Trump a ordenar el despliegue de la Guardia Nacional.