El empujón del escándalo se cerró con pedido de disculpas

"De acuerdo a lo establecido por la comisión queda extinta la acción y se procede al archivo", dijo el presidente de la Cámara, Sergio Massa, y de esa manera la comisión de legisladores que investigó el empujón del diputado  neuquino del Frente de Todos, Carlos Vivero, hacia  Fernando Iglesias, del PRO,  cerró el caso tras un pedido de disculpas formal de Vivero, que fue leído por el secretario parlamentario de la Cámara.

"No sé cómo son las cosas en el barrio del diputado Vivero. En mi barrio Piñeyro, en Avellaneda, cuando uno pide disculpas da la cara, no manda a decir. Pero parece que hay gente que es rápida para los empujones y cuando tienen que poner lo que hay que poner manda a decir", sostuvo Iglesias. 

En la nota, Vivero  se muestra arrepentido y pide disculpas. "Deseo  expresar  " por este medio formal mis más sinceras disculpas", empieza el documento y sigue: "Nada justifica mi exabrupto verbal hacia su persona ni el haberlo empujado, invadiendo su esfera física, de lo cual estoy muy arrepentido"

"Lamento el mal momento que ninguna exaltación de ánimo puede justificar. También deseo que se incorpore al texto del acto para que su constancia denote que cuando uno se equivoca hay que enmendarlo y que en la vida de un cuerpo importan los valores que deben ser cuidados y respetados", agrega.

Iglesias, a pesar del reproche hacia Vivero, retiró el pedido de expulsión que había presentado.

La historia había comenzado en la sesión del 21 de marzo en la que se votaba el Impuesto a las Ganancias. El legislador del PRO denunció que Vivero lo había empujado, lo que desató una serie de cruces entre bancadas, aunque el diputado del Frente de Todos reconoció que el episodio había sido "parte de una fuerte discusión “ y que no hubo “agresión”, aunque aceptó que hubo un “pequeño empujón”.