Una mujer fue asesinada por su expareja en Villa Boedo, ciudad de Córdoba, y la persona que encontró el cuerpo y dio aviso a los vecinos fue su hija de 13 años.
El crimen se produjo en un contexto de violencia doméstica, ya que la víctima había denunciado a su expareja y contaba con un botón antipánico y una restricción perimetral para protegerse de él. Sin embargo, el dispositivo de seguridad no alcanzó a ser utilizado antes de que ocurriera el ataque fatal.
El momento crítico
La niña de 13 años encontró a su madre muerta por heridas de arma de fuego y su padre malherido. El hombre presentaba lesiones por arma blanca en diversas partes de su cuerpo. Tras dar aviso a los vecinos, los agentes de policía y un servicio de emergencias llegaron al lugar, donde confirmaron el fallecimiento de la mujer y el estado delicado del agresor, quien fue trasladado al Hospital de Urgencias.
A pesar de la separación de la pareja y las medidas cautelares vigentes, la mujer no pudo evitar la tragedia. La víctima, que se encontraba en proceso de separación, había solicitado una restricción perimetral para garantizar su seguridad y contaba con el botón antipánico mencionado para alertar a las autoridades en caso de ser necesario. Sin embargo, estos dispositivos no impidieron que el agresor llegara hasta ella y perpetrara el asesinato.