El drama del desempleo volvió a instalarse en el centro del escenario económico argentino. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la tasa de desocupación en el país trepó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, marcando un salto preocupante respecto del 6,4% registrado a fines de 2024. En apenas tres meses, la cantidad de personas sin trabajo ascendió a casi 1,8 millones, reflejo de la profundización de la crisis económica y del retroceso de la actividad productiva.
El estudio oficial, que releva el comportamiento del mercado laboral en 31 aglomerados urbanos, confirma lo que muchas familias ya viven cotidianamente: la dificultad creciente para conservar un empleo o acceder a uno nuevo.
En términos interanuales, la desocupación también muestra una curva ascendente: el primer trimestre de 2024 había cerrado con una tasa del 7,7%, lo que implica una suba de 0,2 puntos respecto al mismo período del año anterior.
Jóvenes y mujeres, los más perjudicados
El informe detalla con claridad cuáles son los grupos sociales más afectados. Entre las mujeres menores de 29 años, el desempleo alcanzó el 19,2%, frente al 17,3% del año anterior. Entre los varones jóvenes, la suba fue de 14,1% a 15,1%. El golpe al futuro del país es innegable: los más jóvenes siguen siendo los más excluidos del mercado laboral.
Además, las cifras revelan una persistente brecha de género. Entre los mayores de 14 años, la desocupación en mujeres es del 9%, mientras que en varones llega al 7%.
Radiografía regional y educativa
El desempleo tampoco se distribuye de manera uniforme en el mapa. Las regiones más afectadas fueron el Gran Buenos Aires, con un alarmante 9,1%, y la región Pampeana, con un 7,4%. En cambio, la Patagonia mostró la tasa más baja, con un 4,9%, aunque también presenta señales de alerta.
En cuanto al nivel educativo, el 71,4% de las personas desocupadas no superó el secundario completo, pero incluso aquellos con estudios terciarios o universitarios (28,6%) enfrentan serias dificultades para conseguir empleo. Un dato que desafía el viejo axioma de que “la educación garantiza trabajo”.
El tiempo de búsqueda, otro síntoma preocupante
El informe del INDEC también señala que el 67% de los desocupados lleva entre uno y doce meses buscando empleo, mientras que un 32% permanece en esa situación desde hace más de un año. Se trata de una cifra que pone en evidencia la persistencia del desempleo estructural y la dificultad para reinsertarse una vez fuera del sistema.
En un contexto de ajuste fiscal, caída del consumo y retracción de la actividad privada, los indicadores laborales son un termómetro implacable de la crisis que atraviesa el país. El mercado de trabajo, lejos de recuperarse, parece ingresar en una fase aún más compleja y excluyente.