Una brigada especializada de la Policía Federal inspeccionó este lunes la Quinta de Olivos luego de una amenaza de bomba realizada mediante una llamada telefónica al 911. Según confirmaron fuentes oficiales, la denuncia fue falsa y no se encontró ningún explosivo en el lugar.
El operativo se desplegó cerca del mediodía y fue realizado por personal del área de explosivos, que revisó en detalle la residencia presidencial ubicada en avenida Maipú y Antonio Malaver, en el partido bonaerense de Vicente López. La inspección se llevó a cabo tanto en el interior como en el perímetro del predio, con resultado "negativo".
La amenaza también generó un importante despliegue de seguridad sobre la calle Villate, que rodea la Quinta, y motivó la suspensión temporal de ingresos y egresos al lugar. Estas restricciones comenzaron a levantarse unas horas más tarde, tras descartarse la presencia de elementos sospechosos.
El llamado de alerta se produjo cerca de las 12:30 y fue atendido por la Policía Bonaerense. La denunciante, una mujer cuya identidad aún no fue establecida, afirmó haber colocado un artefacto explosivo dentro de la residencia oficial.
Frente a esta situación, también intervino personal de la División de Delitos Constitucionales, y la investigación quedó a cargo del Juzgado Federal N°1 de San Isidro, encabezado por Sandra Arroyo Salgado, con la intervención de la secretaria Lucía Ochoa.
La Justicia trabaja ahora para identificar a la autora del llamado, quien podría ser imputada por el delito de “infundir temor público”, que contempla penas de entre 2 y 6 años de prisión.