La extraordinaria historia de las siamesas Hensel

Abby y Britanny Hensel son hermanas y comparten el mismo cuerpo. Son siamesas, y están próximas a cumplir, el 7 de marzo que viene, 32 años de una vida singular de adaptación y superación.

Las gemelas Hensel nacieron en 1990 en Minnesota, Estados Unidos, con una condición congénita particular: son siamesas bicéfalas. Tienen dos cabezas, pero comparten un mismo cuerpo. El día de su nacimiento, los médicos llenaron de pesimismo a su madre, Patty Hensel. Le dijeron que podría hacerse una operación de separación entre las hermanas. Pero que sería altamente riesgosa. Patty se negó.

El tiempo le dio la razón a aquella decisión primera. Hoy, las hermanas Hensel tienen un título profesional en la Universidad de Bethel, con el que ejercen como maestras de matemáticas, en una escuela local. Su vida es un ejemplo de aprendizaje, superación, convivencia y empatía con una sociedad que aprendió también con ellas.

Abby y Britanny tienen dos columnas unidas a una misma pelvis, es decir, que comparten su sistema reproductivo, así como el hígado, un intestino grueso y un intestino delgado. Cada una tiene su corazón independiente, un brazo y una pierna. En su cuerpo además hay dos estómagos, dos espinas dorsales y tres pulmones.

Ingresaron a estudiar a la edad correspondiente a todos los niños, y allí empezaron a interactuar con otros niños de su misma edad. Ese fue el paso fundamental para su desarrollo, y un enorme avance en la aceptación de la comunidad.

Según los especialistas, su primer “contacto con el mundo” les ayudó para empezar a forjar el carácter y aprender a rechazar o asumir los tratos discriminatorios.

"Cada una hace su trabajo. Cuando hacen un examen, podrían copiar muy fácilmente, pero no lo hacen. A veces, Abby comete un error y Britty no. Es sorprendente", citaba a su profesora en un reportaje del diario El País, de España, en 1996.

Ahora son ellas las que enseñan.