No es una buena noticia para muchos, pero esta decisión, según la compañía, es parte de una estrategia para optimizar recursos y mejorar el rendimiento en dispositivos más modernos. Netflix ha confirmado que los televisores fabricados hace más de una década serán los más afectados por esta medida.
La misma, comenzará a regir a partir de este domingo 1º de septiembre.
La compañía ha explicado que se trata de una estrategia necesaria para enfocar sus recursos en mejorar la experiencia de usuario en dispositivos más recientes, donde la tecnología permite un mejor rendimiento y una mayor calidad de reproducción.
El argumento de Netflix se basa en la necesidad de avanzar con la tecnología y dejar atrás dispositivos que ya no pueden ofrecer la experiencia de usuario que la empresa busca proporcionar.
Con el tiempo, los televisores más antiguos enfrentan limitaciones en cuanto a su capacidad para manejar actualizaciones de software y nuevas características, lo que puede resultar en una experiencia de usuario inferior.
En lugar de intentar mantener la compatibilidad con todos los dispositivos, Netflix ha decidido centrar sus esfuerzos en aquellos que pueden manejar sus últimas innovaciones.