Migrañas: Cuáles son los 10 alimentos que hay que evitar consumir para prevenirla

La migraña es una afección neurológica que afecta a millones de personas en todo el mundo, impactando significativamente su calidad de vida. Se estima que aproximadamente el 15% de la población mundial sufre algún tipo de migraña, lo que la convierte en una de las dolencias más comunes y discapacitantes.

A menudo se confunde la migraña con una simple cefalea, pero hay diferencias clave entre ambas. La doctora María Teresa Goicochea, especialista en cefaleas, señala que el término "cefalea" hace referencia al dolor de cabeza en general y puede deberse a diversas causas. En cambio, la migraña es una enfermedad neurológica que conlleva diversos síntomas además del dolor de cabeza, como náuseas, vómitos, intolerancia a la luz y los sonidos, dificultades cognitivas y sensación de rigidez en el cuello.

Las causas de la migraña pueden ser múltiples y varían según cada persona. Uno de los factores que se ha identificado como un posible desencadenante es la alimentación, específicamente el consumo de alimentos ricos en tiramina, un aminoácido vaso-activo que puede provocar dolor de cabeza en personas susceptibles.

La Fundación Americana de Migraña destaca que los episodios de migraña suelen ser el resultado de una combinación de factores. El estrés, la falta de sueño y la inactividad física pueden aumentar la probabilidad de sufrir un ataque, y ciertos alimentos pueden actuar como detonantes en estas condiciones.

Según la National Headache Foundation, la tiramina se forma cuando la tirosina, un aminoácido presente en muchas proteínas, se convierte en epinefrina. Este proceso ocurre principalmente en alimentos fermentados o envejecidos, lo que explica por qué ciertos productos pueden desencadenar migrañas en algunas personas.

Algunos de los alimentos con alto contenido de tiramina incluyen quesos curados como el parmesano y el gorgonzola, embutidos como el salame y el pepperoni, carnes ahumadas o procesadas, productos fermentados como el chucrut y el kimchi, salsas como la de soja y el miso, así como ciertas frutas sobremaduras y bebidas alcohólicas como la cerveza y el vino tinto.

Para manejar la migraña, el tratamiento puede incluir medicación específica y ajustes en el estilo de vida, como una dieta equilibrada. La Fundación Americana de Migraña recomienda no saltarse comidas, consumir un desayuno rico en proteínas poco después de despertar y distribuir la alimentación en cinco comidas pequeñas al día.

También se aconseja evitar los alimentos que cada persona identifique como desencadenantes de migraña, mantener una hidratación adecuada y preferir el agua sobre bebidas azucaradas o alcohólicas.

Si bien la migraña es una enfermedad compleja y multifactorial, identificar y reducir los factores de riesgo individuales, incluidos los alimentarios, puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de quienes la padecen.