Las empresas de servicios apilan equipos
Oscuro panorama para la industria petrolera
Mientras Donald Trump asegura tener el control del petróleo de Medio Oriente y Exxon Mobil se prepara para ir a juicio “por engañar a los inversores”, los campos petroleros de Estados Unidos enfrentan una crisis que amenaza con desacelerar fuertemente la actividad y extenderla al resto de los países del continente
Los resultados del tercer trimestre para las empresas de servicios petroleros fue negativo. Schlumberger arrojó pérdidas del orden de los U$D 12.7 mil millones. Halliburton también vio afectado los resultados en su balance y Weatherford Internacional debió presentar una modificatoria del informe a la Comisión de Valores de EEUU sobre los ingresos proyectados.
A principio de año, Plus Energético informó que la producción de esquisto bituminoso de las cuencas norteamericanas mostraba señales de agotamiento financiero. Los signos de desaceleración, la deuda de los operadores, la falta de ganancia y las presiones de los inversores por obtener resultados satisfactorios estaban generando una potencial crisis en la industria petrolera.
La realidad es que la cantidad de equipos de torre en las cuencas norteamericanas disminuyó drásticamente en el 2018 y terminó de acentuarse durante el 2019. Para Halliburton, la actividad se retrajo un 11% entre el segundo y tercer trimestre, mientras que para Schlumberger la tasa de crecimiento disminuyó en los últimos ocho meses y continuará durante el 2020. Este sombrío escenario también lo describe Weatherford Internacional en su informe a la Comisión de Valores.
Oliver Le Peuch, CEO de Schlumberger describió el escenario norteamericano como “una especie de recesión” mientras que “la perspectiva de crecimiento de la actividad internacional se mantiene firme” refiriéndose a regiones de Asia, Europa y Australia. Sin embargo, advirtió que la actividad podría disminuir en Ecuador y Argentina por los problemas políticos y económicos que están afectando a la actividad petrolera.
Jeff Miller, CEO de Halliburton, dijo que la compañía emprenderá “más reducciones de costo” estimando el impacto económico en el orden de los U$D 300 millones. Según el portal especializado OilPrice “la compañía podría despedir a más de 650 trabajadores” solo en Estados Unidos.
Las actividades no están dando las ganancias esperadas y las empresas de servicios especiales decidieron resguardar los equipos de torre. “Si bien esto afecta nuestros ingresos, preferimos ir por el lado de apilamiento que trabajar con márgenes insuficientes y desgastar nuestros equipos” expresó Jeff Miller en reunión de accionistas.
Según los CEOs de las compañías de servicios las perspectivas no son muy alentadoras. El valor del precio del barril no repunta y los analistas internacionales estiman un exceso de oferta para el próximo año, lo que representa un mayor riesgo para una cotización “aceptable” del barril de petróleo.
Otro aspecto que las empresas han informado a sus inversores es que “esperan que la actividad de las operadoras disminuya” afectando los negocios de perforación y terminación. Le Peuch comentó que la industria se encuentra atravesando “una desaceleración similar a la del año pasado, debido a las restricciones presupuestarias de las operadoras” y agregó que “la desaceleración comenzó antes y será más pronunciada”.
El panorama de la industria petrolera no es el más alentador. Argentina siempre recibe lo bueno y/o lo malo de otros continentes unos meses mas tarde. Será momento que alguien vislumbre “el futuro mediato” al que se enfrenta la provincia y genere las políticas adecuadas para amortiguar una crisis de la única industria que garantiza el funcionamiento del estado provincial.
